Finsa gana 45 millones, más que antes del Covid
El grupo maderero consigue mantener la rentabilidad con una fuerte reducción de costes y pasa la tijera por su fábrica de Francia
Finsa cerró el año del Covid con 45,4 millones de beneficio. Aunque el grupo maderero redujo su cifra de negocio, la contención de costes y los menores impuestos abonados permitieron elevar las ganancias en plena pandemia.
Si la facturación cayó un 9%, hasta situarse en los 832 millones, los costes retrocedieron en un 10%, lo que compensó el impacto de la pandemia en la primera parte del año, con una fuerte contracción en los mercados español y portugués.
Según las cuentas presentadas en el Registro Mercantil, el gasto en aprovisionamiento –materias primas y otros materiales—se redujo en 54 millones, mientras que los gastos de personal también descendieron en 4 millones.
“Los costes se han reducido de forma relevante en las materias primas destinadas a la fabricación de productos químicos, en las energías, principalmente por un menor precio del fuel, y en partidas de otros, servicios externos y gastos diversos. Por el contrario, se registra incremento en la amortización del inmovilizado, por las elevadas inversiones de los últimos años. El efecto final en conjunto es una disminución significativa respecto al ejercicio anterior”, explica Finsa en su informe de gestión.
Los beneficios acumulados en los últimos ejercicios están haciendo crecer de manera significativa el patrimonio neto, que se sitúa en los 714 millones, y las reservas, que alcanzan los 584 millones.
El grupo maderero tenía una plantilla de 3.287 trabajadores a cierre de ejercicio y casi 1.000 millones en activos.
Reestructuración en Francia
La mayor rentabilidad de Finsa está relacionada, en realidad, con un menor pago de tributos, pues el beneficio antes de impuestos se situó en los 50,1 millones, frente a os 53 millones de 2019, y el resultado de explotación fue un 10% inferior, 52,4 millones.
Aunque la reducción de costes compensó la caída en la cifra de negocio, la maderera incurrió en gastos adicionales por la reestructuración de capacidad que aplicó en su fábrica francesa, ubicada en Morcenx-la-Nouvelle (Landes).
El grupo presentó un ajuste de plantilla y de producción, parando la línea de fabricación de tablero para enfocar el centro a la actividad comercial y a la madera reciclada, según publicaron los medios franceses.
“Debido a una serie de factores como el alto precio de las materias primas, la tendencia a la baja en los precios del producto terminado, la situación del sector, así como los altos costes logísticos, han provocado la reestructuración de las capacidades de producción en Finsa Francia”, explica la compañía en sus cuentas anuales.
También detalla que destinó 3,7 millones a indemnizaciones de personal que tienen como origen la reestructuración de Finsa en Francia, de los que se abonaron 1,8 millones el año pasado.
Además de la fábrica de Landes, la maderera también opera en Burdeos con Foresa, la división química del grupo.