¿Fin de etapa? Kike Sarasola cesa de sus cargos en Room Mate, que va a liquidación
La jueza ha acordado la apertura de la fase de liquidación tras completarse la venta de la mayor parte del grupo al fondo Angelo Gordon. Ahora, debe dilucidarse si el concurso de la hotelera es culpable o fortuito
El Juzgado de lo Mercantil número 14 de Madrid ha acordado la apertura de la fase de liquidación de Room Mate una vez que la mayor parte de la compañía hotelera ha ido a parar al grupo americano Angelo Gordon en alianza con la hotelera Westmont.
Según adelanta Expansión, la jueza declara así el final de la fase común del concurso de acreedores y arranca el de liquidación. El mismo conlleva el cese automático del presidente y fundador del grupo, Kike Sarasola, así como el resto de consejeros de la sociedad.
Salida de Sandra Ortega
A finales de octubre, Rosp Corunna, el holding de Sandra Ortega ya habría dado el paso de abandonar la cúpula de la hotelera, una inversión que se ha convertido en el epicentro de la batalla legal de la hija de Rosalía Mera con quien fue su histórico número dos, José Leyte.
Hay que tener en cuenta que Rosp Corunna era socio y acreedor de Room Mate. El informe del administrador concursal, PWC, afloró un pasivo de 199 millones de euros en la cadena hotelera, de los que más de un 43%, casi 87 millones de euros, se corresponden con créditos de la compañía coruñesa.
¿Concurso culpable?
Con todo, aún no está claro que esta operación signifique el adiós definitivo de Kike Sarasola a Room Mate. Y es que directivos que tienen contrato laboral pasarán a formar parte de la nueva cadena (Expansión indica, por ejemplo, el nombre del consejero delegado, Víctor Fernández Cintrano). No se descarta que Angelo Gordon y Westmont decidan mantener alguna clase de vínculos con el fundador de la cadena.
En todo caso, la saliente cúpula de Room Mate debe enfrentarse a un último examen dentro del proceso concursal en el que se encuentra la compañía. La jueza también ha requerido al administrador que presente en el plazo de 15 días su informe de calificación para determinar los motivos de la quiebra, algo que servirá para determinar si la situación de quiebra es imputable a sus administradores (concurso culpable) o si obedece a factores externos (fortuito).
La decisión última está en manos de la jueza. Si se resuelve que hay concurso culpable, los administradores pueden ser obligados a asumir responsabilidades económicas.