¿Qué usos tiene el amoniaco verde más allá de los fertilizantes?
Aunque el principal uso del amoniaco se concentra en la industria de fertilizantes, este compuesto tiene otras aplicaciones en sectores como el energético o el farmacéutico
El inicio del trámite administrativo de competencia de proyectos para la solicitud de una concesión en el puerto exterior de Armonia Green Galicia, filial del grupo Ignis Energy Holdings, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de crear un polo industrial en A Coruña que sea referente en el ámbito de las renovables, en concreto, en la producción de amoniaco verde.
Este compuesto es una de las alternativas actuales para llevar a cabo los procesos de descarbonización energética ante la ausencia de recursos, el elevado coste de la «energía tradicional» y la lucha contra el cambio climático.
Más allá de los fertilizantes
El amoniaco (NH3) es el segundo compuesto químico que más se produce a nivel mundial. Actualmente su principal uso se centra en la industria de los fertilizantes, cuya actividad utiliza aproximadamente el 80% de la producción total.
Pero, además de ello, también se emplea en otros sectores como la fabricación de plásticos, la industria farmacéutica –para elaborar desinfectantes o líquidos de limpieza–así como para la fabricación de tintes e incluso de explosivos industriales.
El sector del automóvil también utiliza este compuesto. La función del amoniaco aquí se centra en los sistemas de escape destinados a reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Esto se consigue a través de un subproducto de la producción de amoniaco, la urea, que se utiliza en los vehículos diésel una vez ha sido transformada en «AdBlue», un líquido compuesto por la propia urea y agua. Gracias a ello, estos óxidos se convierten en nitrógeno molecular, un elemento que integra el 78% del aire atmosférico.
Una de las grandes ventajas del amoniaco verde es que su producción es libre de emisiones, a diferencia del convencional que se genera a partir del gas natural y conlleva emisiones de dióxido de carbono. La electrolisis del agua se consigue con energía eléctrica renovable para producir nitrógeno, uno de los elementos empleados en la producción de amonio.
El uso del amoniaco verde en la industria podría contribuir a los procesos de descarbonización al convertir en «verdes» o libres de emisiones algunos de los compuestos que requieren y que, en la actualidad, dependen de combustibles fósiles como el petróleo o el gas.
El amoniaco verde también puede ser utilizado en el sector energético, puesto que permite no solo el almacenamiento de la energía sino también su transporte a las centrales renovables.
Amoniaco verde, combustible naval
Uno de los sectores en los que el amoniaco verde está llamado a tener un especial protagonismo es el naval. La posibilidad de utilizar este compuesto como combustible en los barcos es una alternativa contemplada en la actualidad para reducir la dependencia con los combustibles fósiles.
A principios del mes de junio España decidió apoyar una propuesta encabezada por Alemania para hacer obligatorio el uso en los barcos de una cuota mínima de hidrógeno verde y sus derivados –como amoníaco, metanol sintético y metano sintético verdes– para ayudar a la descarbonización del transporte marítimo.
El plan liderado por el Gobierno alemán contemplaba el establecimiento de una cuota mínima del 2% de estos compuestos en el transporte marítimo para el 2030. La idea es que este porcentaje se vaya incrementando progresivamente hasta alcanzar en 2070 una cuota del 70%.
Primer pretrolero preparado para el amoniaco verde
El pasado mes de enero la compañía griega Avin Internacional recibió el primer buque del mundo preparado para utilizar amoniaco como propulsor.
El Kitri Future,desarrollado por el astillero chino New Times Shipbuilding, es un petrolero con 274 metros de eslora y 48 de manga que, aunque en un principio será alimentado con diésel marino, está preparado para poder utilizar el amoniaco verde o gas natural liquado en el futuro.