Ferroglobe se despide de los 1.000 millones de valor entre el recorte de beneficios y el ERTE en Sabón
Las acciones de la compañía se desplomaron un 18% en el Nasdaq tras recortar sus beneficios a la mitad por una caída de los pedidos y una crisis energética que han forzado un ERTE de 14 meses en sus plantas españolas
Frenazo de Ferroglobe en bolsa. La matriz de Ferroatlántica ha protagonizado una caída del 17,9% en el Nasdaq en la sesión de este miércoles. La multinacional ha decepcionado a los inversores tras presentar unos resultados del tercer trimestre inferiores a lo esperado.
Es por ello que el mercado ha reaccionado con un repliegue de posiciones que ha llevado a las acciones de la compañía hasta los 4,92 dólares. Ferroglobe ha retrocedido, de esta manera, hasta mínimos no vistos desde el pasado mes de enero y eleva hasta el 22,5% su caída en el parqué en lo que va de año.
Esta caída en bolsa ha asestado un bocado de 200 millones de dólares a la capitalización bursátil de la compañía. No en vano, esta se sitúa ahora en los 921 millones de dólares, frente a los 1.121 millones con los que arrancó la jornada.
La firma se ha visto lastrada por una caída de la demanda que ha hecho retroceder sus ingresos desde los 840,8 millones de dólares registrados en el segundo trimestre del año hasta los 593,2 millones.
Se trata de un recorte del 29% que se ha traducido en una pérdida de 95 millones de dólares de facturación en su negocio de aleaciones de manganeso; de 57 millones con las aleaciones de ferrosilicio; así como de 92 millones en la división de silicio metal como el que produce en la planta de Sabón.
Ajuste en España
“Durante el tercer trimestre administramos activamente nuestra presencia global de activos mediante la reducción de operaciones en regiones de mayor costo como España y la reasignación de volúmenes a otras geografías”, explicó Javier López Madrid, presidente de Ferroglobe durante la presentación de resultados ante inversores.
La compañía ha presumido de su capacidad para distribuir su carga de trabajo en distintos países para buscar aquellos entornos que ofrezcan una mejor rentabilidad. “Lo hemos hecho y es algo que nos permite reaccionar muy rápido al mercado, anticiparnos en los movimientos del mismo de una manera mucho más ágil. Lo hicimos en Selma, en Alabama, y hicimos en Polokwane, en Sudáfrica. Por el contrario, detenemos la producción en España y durante tres meses en Francia. Y eso es una gran ventaja en el mundo en el que vivimos”, han recalcado.
La firma se refiere así al ERTE acordado con los sindicatos hasta diciembre de 2023, con una duración un año inferior a la propuesta inicialmente. El ERTE afectará a un máximo del 75% de la jornada laboral y vendrá acompañado de inversiones para mantener las factorías en condiciones óptimas de cara a un hipotético reinicio de sus hornos en el caso de que se despejen los nubarrones por el precio de la electricidad.
La compañía asegura que los precios de la energía aumentaron un 11% respecto al segundo trimestre del año. Es por ello que fuentes sindicales aseguran que la dirección de Ferroatlántica mantiene conversaciones con empresas del sector eléctrico para sellar PPAs (acuerdos de suministro de energía a largo plazo) a imagen y semejanza de los que Alcoa ha rubricado ya con Greenalia y Endesa para cubrir el 70% de las necesidades de su planta de aluminio de San Cibrao una vez se reinicie en enero de 2024.