Ferroglobe prepara una oleada de despidos en España y Francia
La compañía propone la salida de la mitad de la plantilla en Huesca y el cierre de dos centros en Francia, con el despido de 360 trabajadores; Sabón se libra del ajuste por el momento
Ferroglobe ha puesto en marcha un plan de ajuste en su capacidad de producción, enfocado a mejorar su posición financiera y a reducir los costes fijos, adaptando su capacidad de producción a la actual demanda. La reestructuración que pretende la compañía tendrá consecuencias inmediatas en España y Francia.
En la planta de Monzón (Huesca), el grupo que controla Villar Mir propone el despido de 63 trabajadores, casi la mitad de la plantilla, dejando activos solo dos de sus cuatro hornos, uno de silicomanganeso al 50% de su capacidad; y otro de ferromanganeso al 80% de capacidad.
El ajuste será todavía mayor en Francia. Allí Ferroglobe cerrará dos centros de producción, la planta de Chateau-Feuillet y la de Les Claveaux, lo que supondrá el despido de 360 trabajadores entre ambos emplazamientos.
La fábrica coruñesa de Sabón se mantiene por el momento al margen de la reestructuración, según confirman fuentes sindicales. La previsión de Ferroglobe es revisar a medio plazo si mantiene la actividad de todos los hornos o si detiene uno.
Ferroglobe: «Tenemos que tomar decisiones difíciles»
El director ejecutivo de Ferroglobe, Marco Levi, justificó el tijeretazo: “Si queremos dar la vuelta a Ferroglobe, tenemos que tomar algunas acciones que son difíciles, pero necesarias. Nuestro desempeño financiero durante los últimos años destaca la necesidad de cambio y las acciones que estamos proponiendo son pasos críticos para dar un giro a la compañía, tanto operativa como financieramente. Confiamos en que las acciones propuestas fortalecerán nuestro negocio y asegurarán un futuro exitoso para nuestra plataforma en Europa ”, explicó.
Según la compañía, el cese o reducción de actividad en algunas instalaciones puede conllevar que se refuerce en las que continúan operativas y que son las más “técnicamente avanzadas, operativamente flexibles y financieramente competitivas”. En un comunicado, explicó que todo el proceso se hará de manera negociada con el comité de empresa europeo. “El ajuste planificado de la capacidad de producción es un paso más para ajustar nuestra estructura de costes fijos y es una continuación de acciones similares que se han tomado recientemente en los Estados Unidos y Noruega para reducir o detener permanentemente la producción”, insiste Ferroglobe.