Ferroglobe aviva el riesgo de deslocalización con la planta que reactivó tras parar Sabón

La multinacional enciende un segundo horno en la factoría de Polowane, dedicada, al igual que la de Sabón, a la producción de silicio metal, tras llevar su beneficio neto hasta máximos históricos

Fábrica de Ferroatlántica (Ferroglobe) en Sabón

Fábrica de Ferroatlántica (Ferroglobe) en Sabón

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Dos velocidades en Ferroglobe. La multinacional controlada por el Grupo Villar Mir se ha anotado los mayores beneficios de toda su historia pese a mantener todos sus hornos apagados en Sabón desde verano ante la crisis energética. Según la información que la compañía hizo pública este lunes, la matriz de Ferroatlántica puso fin a una racha de tres años consecutivos en números rojos y se anotó un beneficio neto de 543 millones de euros.

La firma que preside Javier López Madrid elevó sus ingresos un 46%, hasta los 2.454 millones de euros, en un año marcado por una crisis energética que ha golpeado a sus factorías españolas. Este crecimiento en la facturación podría haber sido mayor de no ser por el retroceso del 24% que experimentaron en el cuarto trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2021.

Parón en Arteixo y acelerón en Sudáfrica

En pleno resurgir, la compañía ha apostado por dar una vuelta de tuerca a su mapa de factorías. Mientras la planta de Sabón permanece con sus tres hornos apagados desde el pasado verano ante el descenso de pedidos, la compañía, por el contrario, ha optado por reactivar otra factoría similar en Sudáfrica.

Se trata de la de Polokwane, reactivada el pasado mes de noviembre tras varios años de parón, y dedicada, al igual que la de Sabón, a la producción de silicio metal. Tras este reinicio, la factoría ha arrancado 2023 con un nuevo hito. Y es que Ferroglobe ha puesto en marcha un segundo horno, lo que, según sus cálculos, permite sumar 55.000 toneladas de capacidad.

El propio consejero delegado de Ferroglobe, Marco Levi, llegó a asegurar en su momento ante los inversores que se trata de una “instalación de menor costo que es estratégicamente importante». «Optimizamos nuestra producción geográficamente en respuesta a la crisis energética en Europa”, defendió.

Su reapertura se efectuó en el mismo mes en el que la dirección de la compañía pactó con los sindicatos un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para Sabón. La medida se extenderá hasta diciembre de 2023 y afectará a un máximo de un 75% de la jornada anual de los trabajadores de las plantas de Sabón, Boo (Cantabria) y Monzón (Aragón).

Fuentes sindicales consultadas por Economía Digital han puesto el foco en los últimos meses en la amenaza de deslocalización que supone esta factoría. «Hay competencia de otros países europeos como Francia o Noruega, que tienen la energía más barata, pero ahora también con Sudáfrica«, aseguraban sobre la reapertura de Polokwane, que se perfila como pieza clave para las ventas de silicio metal al mercado asiático.

Ayudas tras el golpe del Covid-19

En paralelo, durante su presentación de resultados, la compañía también desglosa las asistencias financieras que ha recibido de los gobiernos de distintos países para capear la crisis del Covid-19. Estas ayudas se han concedido tanto en Francia, donde cuenta con cuatro factorías (Dunkerque, Anglefort, Chateau-Feuillet y Montricher; Canadá, en donde ha recibido cinco millones de dólares; y en España.

Su filial Ferroatlántica recibió en febrero de 2022 un préstamo participativo de 17,6 millones y otro ordinario de 16,9 millones de euros procedentes de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La cantidad total (34,5 millones de euros) se quedó lejos de los 240 millones que llegó a reclamar la firma controlada por el Grupo Villar Mir. La SEPI justificó estos pagos por el hecho de que Ferroatlántica «cuenta con notable arraigo en los territorios donde está implantada», así como por «el empleo y su incidencia en las economías regionales le dan carácter estratégico».

A su juicio, «las fábricas del grupo en España apuestan, con el apoyo de su centro de investigación situado en Arteixo, por proyectos innovadores en el desarrollo de tecnologías avanzadas y sostenibles».

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