Ferroglobe alerta a EEUU y Canadá de que sufre competencia desleal
La compañía de Villar Mir concluye, tras perder 150 millones, que será más rentable cuando cesen las importaciones a precios “artificialmente” bajos
Ferroglobe, el grupo en el que se integran las plantas gallegas de Ferroatlántica, cerró el pasado ejercicio con pérdidas de 156,7 millones de dólares y una facturación de 1.580 millones, muy por debajo de los más de 2.000 millones de dólares del ejercicio anterior.
La compañía que pretende vender sus hidroeléctricas gallegas defiende que la mejora gradual en los precios de los derivados de silicio y los contratos firmados para este curso, entre un 15% y un 20% sobre los precios registrados en el último trimestre del año anterior, auguran buenas perspectivas de futuro.
Si bien existen problemas pendientes de solventar. Pedro Larrea, primer ejecutivo de Ferroglobe, expone en el informe de resultados de Ferroatlántica, el mismo que confirmó que había un acuerdo cerrado para la venta de las centrales, que la compañía presentó una queja ante la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá y en el Departamento de Comercio de Estados Unidos con el requerimiento de que investiguen las importaciones de producto a bajo precio a sus mercados.
Ferroglobe pide a Estados Unidos que frene las importaciones «desleales» en pleno mandato de Trump y de sus promesas proteccionistas
“Las decisiones favorables en estos procedimientos tendrán un impacto positivo en nuestra rentabilidad”, zanjaba Larrea, una vez confirmado que Canadá había abierto una investigación para determinar si se estaban aplicando subvenciones a productos de silicio procedentes de cinco países.
Dichos países, a los que señala Ferroglobe, son Brasil, Tailandia, Malasia, Noruega y Kazajistán, quienes, según la compañía, están realizando importaciones “desleales” con prácticas deliberadas para vender su producto a precios “artificialmente” bajos.
La filial Globe Specialty Metals fue la encargada de presentar la petición al Departamento de Comercio de Estados Unidos y a la Comisión de Comercio Internacional del mismo país en pleno mandato de Donald Tump y de sus promesas proteccionistas.