Ferroatlántica sale de su crisis con doble proyecto en Sabón: plena actividad y baterías para coches

Ferroatlántica Sabón reinicia su tercer horno de producción tras permanecer apagado casi tres años y lidera una iniciativa pionera para desarrollar baterías más sostenibles para los coches eléctricos

Ferroatlántica

Imagen de archivo de la planta de Ferroatlántica en Sabón (Arteixo)

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Ferroatlántica Sabón ve la luz al final del túnel. La factoría arteixana recupera el pulso tras varios años en la cuerda floja y se convierte en la punta de lanza de un grupo Ferroglobe que ya vislumbra sus primeros brotes verdes.

Y es que la planta de Ferroatlántica en Arteixo tiene sus tres hornos de fundición operativos por primera vez en casi tres años. La compañía ha pasado de iniciar el año 2020 con solo un horno activo a contar con los tres a pleno rendimiento en un 2021 en el que el consejero delegado de Ferroglobe, Marco Levi, considera que se marcará un «punto de inflexión».

«Hemos decidido reiniciar el horno en Sabón en este primer trimestre, así como otro en Montricher en el segundo trimestre para sacar ventaja de la situación de mercado», explicaba Levi en la presentación de los resultados del primer trimestre. El consejero delegado de la dueña de Ferroatlántica Sabón se refería así al repunte del 13% trimestral en los envíos de silicio metal, un área de negocio en la que, además, ha visto cómo su ebitda se disparaba desde los 1,6 millones de euros alcanzados en el cuarto trimestre de 2020 hasta los 12,2 millones en este arranque de 2021.

Un horno que llevaba apagado desde la subasta de 2018

Esta recuperación del mercado que ha llevado en volandas a las acciones de Ferroatlántica (se disparan un 235% en la bolsa estadounidense en lo que va de año) ha permitido que Ferroatlántica disponga de tres hornos en activos por primera vez en casi tres años.

Fue a finales de 2018 cuando tras el recorte sufrido en una subasta de interrumpibilidad y la escalada del precio de la electricidad, la dirección de la compañía decidió apagar uno de los tres hornos de la factoría y anunciar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para el 100% de su plantilla en tandas rotatorias de cuatro meses.

Sin embargo, ahora, pese al nuevo repunte del precio de la luz y la crisis del Covid-19, la compañía logra escapar de la crisis que azota a otras compañías gallegas que comparten su condición de electrointensivas. Es el caso de Alu Ibérica (intervenida judicialmente), Alcoa-San Cibrao (encara su proceso de venta con seis firmas interesadas) o el antiguo complejo de Ferroatlántica en Cee-Dumbría, ahora rebautizado como Xeal, que se encuentra inmerso en protestas por parte de los sindicatos ante la «mínima actividad de sus hornos» y la pérdida de empleos.

Estas estrecheces también golpean a una planta hermana de Ferroatlántica Sabón. Se trata de la factoría de Ferroatlántica del Cinca, en Aragón, que recientemente ha pactado un total de 42 despidos y 12 recolocaciones de personal en otras empresas del grupo (cuatro de ellos pasan a engrosar las filas de la factoría arteixana).

Planta piloto para baterías de coches

La reapertura del horno de Sabón y el de la factoría de Montricher (situada en Francia) permitirá que Ferroatlántica gane capacidad para producir 23.000 toneladas anuales de silicio metal mientras ultima la puesta en marcha de su nueva planta piloto en Sabón. «Dado que el feedback general que hemos recibido de los clientes ha sido positivo, hemos decidido dedicar la línea piloto en nuestras instalaciones de Sabón para incrementar nuestros esfuerzos en esta apasionante oportunidad», señalaba Marco Levi en referencia a los trabajos de investigación y desarrollo que la compañía ha llevado a cabo para ofrecer «productos avanzados de silicio que sirvan como sustitutivos muy atractivos de los materiales de ánodo en las baterías de iones de litio«.

A través de sus instalaciones en Sabón, Ferroatlántica lidera un proyecto para lograr baterías de ion-litio para vehículos más sostenibles. La Xunta de Galicia ha financiado esta iniciativa con ayudas públicas por valor de 1,7 millones de euros a través de su programa Fábrica Intelixente. La compañía del grupo Ferroglobe colabora en esta iniciativa europea con firmas como ABCRLabs, Enso Innovation, Ártabro Tech y el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim). institutions and academic centers.

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