Ferroatlántica pierde a su hombre fuerte en Galicia en plena polémica por la centrales
Carlos Oliete, director de la zona Noroeste responsable de energía de la división de ferroaleaciones de Ferroatlántica, deja su cargo el próximo 31 de diciembre después de varias décadas en la empresa
En plena tormenta por la posible venta de las centrales hidroeléctricas de Ferroatlántica –ahora Ferroglobe–, el responsable de la zona noroeste y de los asuntos energéticos de la división de ferroaleaciones dice adiós. El ingeniero Carlos Oliete, que dirigió durante más de tres décadas las fábricas de Cee y Dumbría, dejará el próximo 31 de diciembre su puesto –al que accedió en el año 2013– por jubilación.
Así lo anunció el propio directivo recientemente en un programa radiofónico en el que no despejó la incógnita de lo que pasará con el negocio hidroeléctrico, que en el caso de Galicia está ligado a la actividad de las plantas. En su lugar, informó de que el próximo 26 de octubre está programada una reunión del comité europeo de la compañía, en cuyo orden del día se ha incluido esta cuestión, que, recordó, afecta a todas las centrales del grupo y no solo a las de la comunidad gallega.
Sorpresa entre los trabajadores
Desde el comité de empresa reconocen que el anuncio de Oliete les cogió «por sorpresa». «Contábamos con que se quedase un poco más», señala Juan Villar, de UGT, sobre todo porque el puesto se creó ‘ad hoc’ para «aprovechar sus conocimientos de energía». En relación a sus declaraciones, puntualizan que, si bien es cierto que las centrales gallegas no son las únicas que se venden, sí que tienen la «peculiaridad» de ser el único caso en el que están ligadas a la actividad de las factorías de ferroaleaciones, y por eso exigen una explicación al margen.
Los trabajadores mantienen su convocatoria de movilización para este viernes, a la espera de que alguien les dé respuestas. El propio Oliete les trasladó en su día que no tenía información alguna sobre una posible desinversión. También que los centros de producción de Galicia son «los más competitivos» del grupo porque cuentan con «unos magníficos profesionales», y que esa competitividad es la única capaz de garantizar los puestos de trabajo.
Sin embargo, desde el comité consideran que, de producirse la venta, sería «pan para hoy y hambre para mañana, porque a nosotros lo que nos hace viable son las centrales», recuerda Villar, quien apunta que la marcha de Oliete «deja todavía más incógnitas».