Fainé cumple un año como presidente de Gas Natural con los deberes a medias

Isidro Fainé tiene la ambición de hacer crecer Gas Natural, pero sigue deshojando la margarita de las compras mientras pierde activos

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En cuatro días, el 21 de septiembre próximo, se cumple un año desde que Isidro Fainé tomara posesión como presidente de Gas Natural Fenosa. Un año marcado por el conflicto en Colombia con Electricaribe, que se encontró ya demasiado avanzado y que terminó mal para la gasista española. Pese a ello, el anhelo del también presidente del conglomerado de La Caixa es que Gas Natural dé el gran salto internacional, pero tiene deberes pendientes.

La Gas Natural del primer aniversario de Fainé es más pequeña que la de su llegada, y con visos a encogerse todavía más por Italia y quizá por Colombia, si bien es verdad que se está posicionando para crecer, ganando músculo financiero y analizando oportunidades: o bien una fusión con la portuguesa EDP, mucho más interesante que Endesa, o crecer en la a menudo insegura (jurídicamente) Latinoamérica. Estas son las opciones en la mesa de un Fainé que se mueve para hacer los deberes.

Las desinversiones de Gas Natural

La energética española es hoy más pequeña que hace un año. En marzo, tras cuatro meses intervenida por el gobierno colombiano, perdió definitivamente Electricaribe. Fainé intentó hasta el último segundo un acuerdo con el gobierno de Juan Manuel Santos pero no fue posible. Ambas partes están en los inicios de un largo conflicto internacional con el arbitraje de la ONU, por el que Gas Natural reclamará 1.000 millones a Colombia.

Electricaribe era una herencia de la compra de Unión Fenosa, y una empresa en una área desfavorecida que, con las condiciones de morosidad y fraude que tenía, no era rentable. Si lo es, en cambio, el gas en la zona de Bogotá. Con casi tres millones de clientes, su filial allí tiene un ebitda de 162 millones, más del 20% del ebitda de su negocio de gas en Latinoamérica.

Gas Natural controla la mayoría de dicha filial, en alianza con una empresa pública colombiana. Pese a que funciona bien, no sufre morosidad, el grupo estudia su venta. Como adelantó Cinco Días, ha puesto en revisión esta participación, aprovechando que su socio ha hecho lo mismo. Eso no significa necesariamente que venda, sólo lo hará si la oferta es buena, aclararon fuentes del sector.

Gas Natural vendió el 20% de su red y negocia su salida de Italia y de Colombia

Esta desinversión, si llegara, se sumaría a la de Italia. Gas Natural negocia la venta de su filial en el país, por la que quiere ingresar 700 millones. Ha recibido el interés de unos diez grupos, entre los que se encuentran Italgas, EDF y GDF Suez, aunque ninguno llega a la cantidad deseada. En las próximas semanas deben presentarse ya las ofertas vinculantes, con vistas a cerrar un acuerdo antes de fin de año.

Otra desinversión, aunque en este caso no supone una pérdida de negocio sino de una parte de un activo para ganar músculo financiero, es la venta del 20% de sus redes de gas en España. Gas Natural anunció a principios de agosto dicha venta, por 1.500 millones de euros, a Allianz Capital Partners y Canada Pension Plan Investment Board. El objetivo es claro: obtener dinero para invertir a cambio de compartir parte del beneficio de la red con un inversor financiero. Una jugada aparentemente redonda.

El crecimiento pendiente de Gas Natural

El capítulo de las ventas, por tanto, está lleno, lo que ha hecho decrecer a la compañía. El de las compras, en cambio, sigue vacío. Fuentes cercanas a Fainé coinciden en que no se trata de un presidente florero. Es ambicioso, tiene ganas de hacer crecer el grupo y la capacidad para hacerlo, gracias a sus contactos. Si no fuera ambicioso, no se habría embarcado con 74 años, tras dejar Caixabank por imperativo del BCE, pero siguiendo como presidente de la Fundación La Caixa y de Criteria, en esta aventura.

Su anhelo es que crezca, con un foco claro pero analizando todas las oportunidades. El foco es Latinoamérica. Su capacidad de crecimiento es mayor que la de Europa, ya que además de vender, hay mucho trabajo por hacer en el desarrollo de redes. El problema es la inseguridad jurídica en algunos mercados, como han vivido en Colombia. La oportunidad, ahora, parece estar en Portugal.

El foco comprador de Isidro Fainé y Gas Natural está ahora en la portuguesa EDP

Fainé ha puesto como prioridad EDP. Por ahora no hay más que un primer contacto este verano en China entre el presidente de La Caixa y los responsables del fondo Chine Three Gorges, primer accionista de EDP. La compañía niega negociaciones formales, como dijo esta semana su consejero delegado, Rafael Villaseca, pero la operación está siendo analizada, aunque la fusión todavía no tiene forma.

La unión de Gas Natural y EDP, que crearía un gigante ibérico, tiene sentido desde el punto de vista del negocio. Tienen un mix energético parecido, aunque EDP ha ido más lejos en renovables, lo que es muy interesante para Gas Natural, que tiene su punto fuerte en el gas. Geográficamente, pese que en algunas zonas de España, como Galicia, ambas son fuertes, tienen muchas complementariedades. EDP es líder en Portugal y a nivel internacional, tiene presencia en Brasil y los Estados Unidos, mientras que Gas Natural es fuerte en España, Chile y México.

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