Facenda anula la adjudicación de los helicópteros del 061 a Habock
Un recurso de la antigua Inaer frena la adjudicación de los helicópteros del 061 a su rival Habock, que tendrá que acreditar que cumple los pliegos
El contrato de 10,1 millones para operar los helicópteros del 061 en Galicia ha encallado. Babcock, la antigua Inaer y la empresa que ha gestionado el servicio desde su creación, ha emprendido una batalla de recursos contra los criterios de la mesa de contratación de la Fundación Pública de Urxencias Sanitarias de Galicia-061, el organismo dependiente de la Consellería de Sanidade que licita el contrato.
El servicio fue adjudicado el 1 de agosto a Habock, que hizo una oferta de 9,08 millones para pilotar las aeronaves con base en Ourense y Santiago durante los próximos cuatro años. Sin embargo, dicha adjudicación ha sido anulada por el Tribunal Administrativo de Contratación Pública. El pasado 20 de septiembre, el organismo adscrito a la Consellería de Facenda estimó parcialmente un recurso de la antigua Inaer y resolvió que Habock debe presentar nueva documentación para acreditar que cumplió los pliegos del concurso si quiere quedarse con el contrato.
Babcock vs. Habock: quién es quién
La disputa no es una más entre dos empresas del sector aeronáutico. Al frente de Habock está Luis Miñano, quien fuera fundador y presidente de Inaer hasta poco después de que la multinacional británica se hiciera con la compañía. Por tanto, también fue el ‘jefe’ de Inaer durante los años que gestionó el contrato de helicópteros de urgencias de la Xunta.
A su salida de la empresa, Miñano entró a través de su sociedad de inversión, Finance Copter, en Habock, que tiene como primer accionista al fondo GED Capital (51%) y con una participación minoritaria a la familia Fernández, los fundadores.
Conflicto en los helicópteros del 061
El concurso del servicio de transporte sanitario aéreo urgente de Galicia se enredó desde que Babcock fue excluida por incumplir los pliegos técnicos en materia de climatización. La compañía británica ha abierto un contencioso administrativo contra esta decisión. A pesar de no estar resuelto, este recurso fue clave para que Babcock pudiera recurrir también la adjudicación a la empresa de Miñano, pues de ser firme su exclusión no podría alegar contra decisiones posteriores del concurso.
El argumento de la multinacional que admite el Tribunal Administrativo de Contratación Pública hace alusión a la capacitación de los pilotos. Las prescripciones técnicas exigían presentar las calificaciones y licencias necesarias para operar vuelos multipiloto y vuelo instrumental (IFR), es decir, a través de instrumentos de navegación. El tribunal constata que Habock no presentó esta documentación, lo que podría resultar un motivo de exclusión por incumplimiento de los pliegos.
La pifia de la mesa de contratación
¿Si considera que incumplió las prescripciones técnicas, por qué permite a Habock presentar ahora la documentación? Básicamente, por un error de la mesa de contratación. Para explicarlo hay que remontarse al febrero pasado. Babcock hizo una consulta a la mesa ante la ambigüedad de los pliegos para saber si las tripulaciones “deberán contar en sus licencias con habilitación para operación IFR multipiloto”. La mesa respondió con un lacónico “sí”. Sin embargo, no dio acceso al resto de competidores de Babcock a la información resultante de esta consulta.
En consecuencia, el tribunal de contratación pública parte de la base de que Habock no podía conocer esta condición que, al ser obligatoria según las prescripciones técnicas, deberá acreditar ahora para evitar ser excluida. Si sucediera esto, habría que celebrar un nuevo concurso, pues Babcock y Habock fueron las únicas que optaron al contrato.