Fábrica de Armas: Defensa guarda en la recámara la adjudicación directa
La vía del concurso público no es la única opción de Defensa en caso de que el ministerio quiera continuar con la actividad fabril en Pedralonga
El inicio del expediente para la retirada de la concesión de la Fábrica de Armas de A Coruña a Hércules de Armamento ha sembrado de dudas el futuro de una instalación que en su día fue un referente en la fabricación de material militar. El Ministerio de Defensa, el titular de los inmuebles y el terreno sobre el que se asienta, ya estuvo tentado en su día de clausurar definitivamente la factoría, aunque la presión social y política provocó que reconsiderara su postura.
El ministerio, entonces dirigido por Pedro Morenés (PP) optó por un concurso público, aunque meses antes de la adjudicación había evaluado la posibilidad de adjudicar directamente la concesión, algo que desde el Gobierno alegaban que no era posible.
Sin embargo, apenas unos meses después de que Hércules de Armamento se hiciese con la concesión, el departamento de Morenés procedió a adjudicar a Expal –sin concurso público de por medio– parte de las instalaciones de la Fábrica de Armas de Trubia, en Asturias, que se llevaron la carga de trabajo comprometida por General Dynamics para el centro de A Coruña.
Caminos divergentes
En toda esta situación, el centro asturiano resultó ser el mejor parado. Primero, porque General Dynamics, heredera de la antigua Santa Bárbara, pudo seguir allí con su actividad, y segundo, porque otro socio industrial del ministerio, Expal, se hizo con un espacio donde poder desarrollar sus proyectos.
Desde entonces, las buenas noticias no dejan de sucederse. Hace apenas unos días, el Gobierno renovó el acuerdo desarrollar el programa de misiles Spike, para el que los presupuestos reservan 84 millones de euros . Este contrato aportará cierta tranquilidad a los trabajadores de Trubia en los próximos meses, que ya tienen la vista puesta en el contrato de los blindados 8×8 parael Ejército, que les garantizaría carga de trabajo para varios años. Y mientras tanto, en las instalaciones de Pedralonga hace semanas que no se ve un alma.
Tercera vía
Defensa, un ministerio ahora capitaneado por la socialista Margarita Robles, tiene ante sí la decisión definitiva sobre la Fábrica de Armas de A Coruña. Ya hay quien empieza a hablar de un nuevo concurso, aunque el cierre definitivo no está descartado. Pero Trubia ha abierto la puerta a una tercera vía hasta ahora vetada para el centro coruñés: la adjudicación directa a un proyecto que verdaderamente sea viable y traiga carga de trabajo a una factoría agonizante.