Extrugasa, sin miedo al parón de Alcoa: amplía su sede tras ganar más en plena pandemia

La compañía ha logrado el visto bueno de la Xunta para levantar dos nuevas naves en su complejo de Valga para hacer frente al repunte de la demanda de productos de aluminio

Extrugasa

Imagen de la línea de lacado de Extrugasa en Valga

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Cara y cruz para los gigantes del aluminio gallego. Mientras la planta de Alcoa en San Cibrao ha llevado a cabo el apagado de sus cubas y ha iniciado el parón de dos años, Extrugasa, por el contrario, activa la expansión en su cuartel general de Valga (Pontevedra).

El grupo controlado por la familia Quintá ha logrado la luz verde de la Xunta de Galicia para llevar a cabo la ampliación de su complejo. En concreto, la Dirección Xeral de Calidade Ambiental, Sostibilidad e Cambio Climático ha publicado la resolución con el proyecto de Extrugasa para ampliar en un 50% su número de naves en Valga.

Se trata de un «plan de modernización que incluye la construcción de nuevas naves, la reorganización de algunos de los procesos existentes y la instalación de nuevas líneas de producción». La compañía levantará dos nuevas naves, las cuales albergarán un almacén de chatarra y un edificio administrativo.

Además de dotarse de estas dos nuevas edificaciones, Extrugasa plantea la sustitución de los dos depósitos actuales de ácido sulfúrico por otro recipiente de mayor tamaño, así como una nueva línea de extrusionado de aluminio. También se pondrá en marcha una nueva línea de lacado vertical y se implantará un laboratorio de extrusionado así como una oficina de calidad. En estas instalaciones se «controlarán los parámetros del extrusionado y el porcentaje de rechazos».

Más beneficios pese al Covid

Extrugasa activa esta inversión en Valga después de resistir al año del Covid-19. Según se desprende de su memoria anual de 2020 (la última depositada ante el Registro Mercantil), la firma culminó 2020 con unos beneficios de 6,29 millones de euros , frente a los 6,14 millones cosechados el año anterior.

La compañía dio un estirón a sus ganancias pese a ver ligeramente recortada su facturación desde los 110,6 millones de euros logrados en 2019 a los 101,1 millones de 2020. Los administradores de la sociedad apuntaban en el propio informe de gestión la “multitud de vías de desarrollo y negocio” del sector del aluminio, que, a su juicio, incrementaba la necesidad “de realizar inversiones» como las ahora realizadas para «atender a la cada vez mayor demanda”.

Extrugasa, que en 1977 puso en marcha la primera línea de anodizado de Galicia, contabilizaba un total de 691 empleados al término de 2020, frente a los 729 del ejercicio anterior. Además, la compañía se vio obligada a poner en marcha un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para 93 trabajadores.

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