Euskaltel vale casi 600 millones menos que antes de la compra de R
La bolsa castiga la cotización del grupo y los analistas alientan una fusión con MasMóvil o la venta a los fondos de su red de cable, parte en Galicia
Algo pasa con Euskaltel. En su caso, la suma resta. Y no precisamente porque haya errado el tiro en compras como la de R, la operadora gallega de cable, que es uno de los pilares de la cuenta de resultados del grupo vasco. La cotización de la compañía arrastra constantes caídas en bolsa, que le llevan a tener una capitalización muy por debajo de la que mostraba los meses previos a la compra de R, a mediados de 2015, poco después de debutar en el parqué madrileño.
Concretamente, Euskaltel vale en bolsa 565 millones menos que antes de la adquisición de la compañía gallega. Los registros de la Bolsa de Madrid son elocuentes. El grupo vasco, sin R y sin la asturiana Telecable en el hatillo, ésta última adquirida en mayo del año pasado, tenía una capitalización bursátil de 1.758 millones de euros en 2015. Actualmente, su valor en bolsa ronda los 1.190 millones de euros.
Una acción por los suelos
La cotización de la acción lo dice todo. El grupo vasco salía a cotizar en 2015, antes de la compra de R, con un precio de 9,5 euros por título. Ese era el valor nominal de la acción. Este jueves ha cerrado a 6,6 euros. Este año Euskaltel no ha pasado de los 8,25 euros, entre críticas de sus accionistas significativos, como el fondo Zegona, segundo en su capital por detrás de Kutxabank con un 15%, por considerar que su gestión no es la acertada.
Los británicos, que han colocado esa participación del 15% en su balance como un activo disponible para la venta, han activado las alarmas en el grupo vasco, un aviso que se viene a sumar a los mensajes que transmiten al mercado los analistas de Citi, que suelen trabajar con la compañía vasca.
Alternativas: fusión o ventas
De acuerdo con el diario Expansión, Euskaltel estaría estudiando de la mano de Citi alternativas operativas para mejorar su cotización. Entre las posibilidades barajadas, además de una potencial integración con MásMóvil, figurarían otras, como la externalización de sus infraestructuras, lo que podría afectar de forma determinante a la red de cable de R desplegada en Galicia. Básicamente, se trataría de la venta a fondos de inversión de su red.
Todo apunta a que al mercado no le acaba de convencer el modelo de crecimiento de Euskaltel, anclado en el norte tras la adquisición de R (2015) y Telecable (2017), pero con muy poco recorrido en el territorio nacional. Básicamente, Euskaltel debe crecer con compras, fusionarse o reinventarse. En este contexto, entre sus accionistas comienza a pesar el desánimo. Abanca es uno de los accionistas significativos del grupo vasco. Actualmente cuenta con un 4,5% de su capital, tras haber llegado a rebasar a finales del año pasado el 5%. Kutxabank y los March mandan en el accionariado del grupo.
La aportación de R
El problema es el modelo y no tanto el acierto o no en las compras, que lo ha habido en el caso de R, no así en Telecable. R es el pulmón por el que mejor respira Euskaltel. Los resultados de 2017 así lo confirman.
Si se tienen en cuenta los beneficios netos de Euskaltel en 2017 como grupo consolidado, unos 49,6 millones, y los de R, firmó 34 millones, la conclusión es sencilla: la filial gallega aporta el 68,5% de las ganancias netas del consorcio vasco. Telecable, por el contrario, contribuye con pérdidas.
El coste de adquisición de la participación en Rede Brigantium y en R Cable, las dos sociedades que hacen el 100% de la cablera gallega, ascendió a un total de 894,4 millones de euros. Hoy en día Euskaltel vale poco más de lo que pagó por R. Todo está abierto en el futuro inmediato del grupo vasco.