Eulen dice que sus adjudicaciones en Galicia han caído un 30% en los últimos años
Asegura que la hermana del presidente Feijóo es directora provincial en Ourense y Pontevedra, no accionista
Ante la importancia que estaba adquiriendo en campaña las adjudicaciones por parte de la Xunta al grupo Eulen, donde trabaja la hermana del presidente gallego, la firma ha decidido salir al paso de las declaraciones. A través de un comunicado, Eulen ha especificado que Micaela Núñez Feijóo es “directora provincial en Ourense y Pontevedra” de la firma y no “propietaria ni accionista”.
La empresa ha negado “favoritismo en las adjudicaciones”, toda vez que, según ha apuntado, “ha tenido un mayor volumen de contratos públicos con los anteriores gobiernos que con el actual Partido Popular”. “Prueba de ello es la reducción drástica de las actividades de ciertas líneas de negocio”, indican desde Eulen refiriéndose al área de limpieza, “cuyo porcentaje en el ámbito de la administración pública ha pasado de un 52% en 2003 a un 4,2% en el pasado ejercicio”.
Bajón en Galicia
A renglón seguido, esta compañía ha recordado que desarrolla su actividad en Galicia «desde hace más de 40 años», tiempo en el que ha prestado «servicios para todos los gobiernos de la Xunta, previa concurrencia a concursos públicos». «Es decir, con total transparencia y legalidad», ha recalcado.
Por último, el Grupo Eulen ha subrayado que tiene contratos con diferentes administraciones «a nivel nacional» y que ello supone «el 37 por ciento» de su facturación total. En Galicia, según la empresa, esta cifra supone «un 7,4 por ciento», lo que se traduce en «una reducción del 30 por ciento durante los últimos años».
“Que sigan difamando”
También sobre la polémica por los contratos de esta empresa con la Xunta se ha vuelto a pronunciar el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al ser preguntado al respecto en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal con sus conselleiros.
«En esa empresa trabajan 80.000 empleados en 15 países», ha enfatizado el mandatario, haciendo hincapié en que tienen contratos «con todo tipo de administraciones» de «distintos colores políticos».
«A partir de ahí, quien quiera difamar que difame, por supuesto, y que siga difamando», ha concluido Feijóo, visiblemente molesto.