Estrella Galicia se lanza a la compra de otras cerveceras
Hijos de Rivera, propietaria de Estrella Galicia, crea una filial cuyo objeto social es la compra de participaciones en otras empresas del sector cervecero
Hijos de Rivera sigue de compras. Después de adquirir en 2015 la empresa de aguas granadina Fontarel, en la que prevé invertir 16 millones de euros en los próximos años, y de llevar la planta de A Coruña hasta su máxima capacidad, la sed inversora del grupo propietario de Estrella Galicia no se ha secado. De hecho, acaba de crear una filial para canalizar estas inversiones.
Craft Stars of the World, de la que Hijos de Rivera es el socio y administrador único, se constituyó el pasado 7 de marzo con un capital de 30.000 euros. Su objeto social, toda una declaración de intenciones: “La adquisición y enajenación de acciones y participaciones representativas del capital social de sociedades cuyo objeto social consista en la fabricación, envasado, distribución, importación, exportación y venta de cerveza, malta y sus derivados, así como de todo tipo de bebidas en general”. Es decir, todo lo que se mueva dentro de su mercado.
En esta nueva empresa figuran como apoderados mancomunados directivos de la casa, como Jorge Montero, director de estrategia del grupo, o Antonio Castelo, director general de Estrella Galicia. También constan en el Registro Mercantil los nombres de Pedro Ramón García Barral, Juan Miguel Carballeira y Germán Barbeito.
Expansión internacional
Aunque no hace mención al área de influencia, el propio nombre deja claro que no se van a ceñir únicamente al territorio nacional. El grupo familiar ya tiene una filial de Estrella Galicia en América, Estrella Galicia do Brasil, y su consejero delegado, Ignacio Rivera, no oculta su deseo de tocar otros territorios, como por ejemplo México.
La próxima semana, la compañía, que no ha querido valorar la creación de esta filial, presenta resultados del ejercicio en un acto en el que Rivera podría desvelar sus intenciones, o quizá prefiera guardárselas para no desperdiciar el factor sorpresa.
