España repele el talento laboral

Los JASP huyen de España. Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, los españoles han cambiado de mentalidad: «El campo de trabajo ya no es sólo tu ciudad o tu país, es el mundo», explica el economista Gonzalo Bernardos. Por ello, el país se ha convertido en el 2014 en el cuarto mayor exportador de talento del mundo, sólo por detrás de la India, Italia y Francia, según un informe elaborado por Linkedin.

«Los principales emigrantes oscilan entre los 23 y los 33 años», ilustra Pablo Urquijo, director general de Experis, compañía de recursos humanos en el sector directivo. Con la crisis económica, la tendencia se ha acentuado, pero España lleva 10 años enviando trabajadores cualificados al extranjero. «El talento busca oportunidades fuera porque aquí no las encuentra debido a la situación económica», coinciden ambos entrevistados.

Connotaciones positivas

Sin embargo, el dato también tiene connotaciones positivas. En primer lugar, Bernardos destaca que se trata de un «elogio al sistema universitario del país». Además, también se explica debido a que cada vez más compañías españolas se lanzan a la internacionalización, por lo que se llevan el talento con ellas. Empresas como OHL y Acciona, con una posición muy fuerte en el extranjero han contribuido.

«La clave es que vuelvan», apunta Urquijo. «Y en España cuando se tiene la posibilidad de volver, se vuelve», sentencia. Bernardos dispara en la misma línea y apunta: «Si se van para aprender y completar una experiencia y luego retornan al país, es algo positivo». Según los cálculos, el periodo de residencia en el extranjero es de entre tres y cinco años.

Pero cada vez son menos los que regresan, lamentan, debido a que el nivel de los sueldos que existe en los países importadores es muy superior al nacional. «Especialmente en la investigación, donde en nuestro país no se ha apostado más que algunas universidades públicas», lamenta el economista.

Importadores y exportadores

India, Francia e Italia (por este orden) lideran la clasificación en la exportación de talento. Especialmente relevante es el caso del país asiático, que envía a muchos trabajadores a los Estados Unidos en el sector tecnológico.

En lo referente a la importación, destacan los Emiratos Árabes «por el espectacular crecimiento de la demanda interna», Suiza «debido a que es la sede de muchas compañías europeas» y Irlanda «por los beneficios fiscales de los que disfrutan las empresas tecnológicas», analiza Urquijo.