España crece al 3% pero el saldo crediticio del Santander sigue cayendo
La mejora en créditos a empresas y consumo no equilibra el balance negativo de las hipotecas, todavía con más amortizaciones que nuevos préstamos
Banco Santander sigue sin enderezar el rumbo en España y no acaba de reflejar en sus cuentas ese 3% del crecimiento interanual que registra el PIB. Cierto es que ha triplicado los beneficios al cierre del primer semestre de 2015, hasta 771 millones, pero lo hace básicamente por ese 37% menos de dotaciones que ha aplicado, no porque los ingresos hayan aumentado. Todo lo contrario. Siguen cayendo en un entorno de tipos bajos y fuerte competencia en el activo.
Y lo que es peor. El saldo crediticio no levanta el vuelo y los responsables de la entidad dan por hecho que no van a poder cumplir con las previsiones de crecimiento neto crediticio que se habían propuesto.
«Estamos planos en crédito en España»
«Estamos planos en crédito en España y nos va a costar llegar a crecer al ritmo que habíamos pensado. La realidad es la que es», se lamentaba José Antonio Álvarez, consejero delegado del Santander, durante la presentación de resultados a 30 de junio de 2015, dejando entrever la insuficiencia de los 50.000 millones prestados entre los seis primeros meses del año, que no han impedido que ese saldo se reduzca un 0,3%, hasta los 161.357 millones de euros.
En grandes líneas, en los últimos 12 meses, el saldo crédito institucional en España sigue estancado en torno a 15.000 millones por el lastre que supone el cumplimiento del déficit, el de la las empresas se ha incrementado en unos 2.000 millones, un 17% más, y el de los particulares –al margen de las hipotecas– en más de 1.000 millones.
El crédito hipotecario cae 4.000 millones
Los préstamos para hipotecas también aumentan un 29% respecto al primer semestre de 2014, pero, al final, el balance del saldo crediticio hipotecario se reduce en unos 4.000 millones, como consecuencia de que el importe de las amortizaciones de los préstamos antiguos sigue estando por encima de lo prestado para comprar casa ahora. Álvarez ponía de manifiesto esta situación. «España crece pero sin crédito, que sigue cayendo por el desapalancamiento del ladrillo», resumía.
En esa gestión de los activos inmobiliarios, el Santander reconocía unas pérdidas de 189 millones de euros, el 38,4% menos que en 2014 por una menor necesidad de saneamientos.
En el semestre se han vendido 5.200 viviendas, 1.100 menos que hace un año, pero lo ha hecho con menos descuento medio, del anterior 40% al 35% actual. «Por lo menos ya no vendemos a pérdidas sobre las provisiones. Incluso, en algunos casos, con beneficios sobre lo cubierto», reconocía el consejero delegado del Santander.
Recursos clientes
Mejor ha sido el comportamiento conjunto de los recursos de los clientes. Sumando depósitos más fondos de inversión llegan a 227.187 millones, un 6% que los registrados hace 12 meses.
En el desglose de estos recursos, los depósitos a la vista crecen un 20%, frente a una caída del 19%, mientras que el patrimonio administrado en fondos de inversión sube un 17%. Esta estrategia ha permitido reducir el coste de los depósitos en medio punto en un año.
Cuenta 1|2|3
Aunque el consejero delegado reiteró en innumerables ocasiones, durante su comparecencia ante los medios de comunicación, que la Cuenta 1|2|3 –operativa en España desde mayo tras el éxito logrado en Reino Unido– no tiene como principal objetivo la captación de recursos, sí se le escapó que, en Cataluña, como en el resto de España, sí lo será, sustituyendo a la cuenta que hasta ahora se venía comercializando.
«Lo captado no será relevante en esta cuenta. Lo importante será que los clientes se vinculen realizando el mayor número posible de transacciones, centralizando ingresos y gastos. Si no se piensan hacer muchas operaciones no tiene ningún sentido contratarla», decía Álvarez.
Recesión en Brasil
Además de España, el mercado brasileño –el segundo por aportación al beneficio del Grupo Santander, solo por detrás del Reino Unido y por delante de España–, concita gran preocupación en la entidad presidida por Ana Patricia Botín. Es el único que registra caídas trimestrales en el crédito bruto y también el único, junto con México, que ve aumentar el ratio de morosidad.
«El problema es que el PIB está cayendo un 1,5%, la inflación está en el 9%, entre tres y cuatro puntos por encima de los objetivos previstos, y el Banco Central se va a ver obligado a sumir los tipos de interés por encima del 14% desde el actual 13,75%», explicaba José Antonio Álvarez la grave situación por la que atraviesa la principal economía de Latinoamérica.
En este contexto, además de confiar en la política que está llevando a cabo el ministro brasileño de Finanzas, Joaquim Levy, para recuperar el superávit primario–, el Santander ha puesto en marcha un «cambio del mix del portfolio de préstamos», comentaba su consejero delegado, con una menor concesión de préstamos al consumo y destinar los recursos a grandes empresas. «Una cartera menos volátil y con mejor coste del crédito», afirmaba Álvarez.