ERTE en Arias Infraestructuras para más de cien empleados
El juzgado de lo Mercantil número dos de A Coruña nombra un administrador concursal para Arias Infraestructuras, que activa un ERTE que afecta al 80% de la plantilla
Mario Barcenilla (derecha) y Antonio Aranzadi, presidente y vicepresidente de Arias Infraestructuras / Arias Infraestructuras
La crisis de Arias Infraestructuras se encuentra actualmente en manos de un administrador concursal nombrado por el titular del Juzgado de lo Mercantil número dos de A Coruña, que ha designado a Eduardo Manuel Debén Probados para llevar las riendas del proceso. La presentación del concurso de Arias ha sido voluntaria, propiciada por los dos socios que gestionan la constructora, Mario Barcenilla y Antonio Aranzadi.
Los acontecimientos se han precipitado la última semana. Después de admitirse a trámite el concurso voluntario y una vez nombrado el administrador concursal, se procedía a activar un ERTE, según fuentes relacionadas con la compañía. El expediente de suspensión de empleo temporal afecta al 80% de la plantilla de Arias Infraestructuras. Es decir, algo más de cien trabajadores se verán afectados, de una plantilla global que ronda las 130 personas.
Hacienda retira la clasificación
La situación financiera de Arias Infraestructuras era complicada con el arranque de año, según adelantó Economía Digital Galicia, y se ha deteriorado todavía más tras el acuerdo de Hacienda de retirar la clasificación a la constructora, con lo que no puede presentarse a concursos de obra pública. Esa fue la gota que colmó el vaso. Los gestores de Arias, según fuentes cercanas, habrían instado ya a abrir la vía contenciosa con un recurso contra la decisión de Hacienda, solicitando incluso medidas cautelares, que les han sido denegadas. De ahí, directamente el concurso voluntario.
La imposibilidad de hacer frente a sus acreedores, básicamente bancarios, es lo que ha puesto en jaque la viabilidad actual de Arias Infraestructuras. La compañía adeuda a los bancos unos diez millones de euros, a los que se suma una deuda con proveedores de otros dos millones.
