Enrique Bañuelos se pule el 90% de su patrimonio
De los 15 millones aportados a la tecnológica Amper solo ha recuperado poco más de uno tras vender 8,83 millones de acciones. En 2007, tras el pelotazo con la inmobiliaria Astroc, el saguntino había irrumpido en la lista Forbes con una fortuna de 7.700 millones de dólares
El retorno a España del empresario valenciano Enrique Bañuelos en 2012, tras su periplo brasileño, no se puede decir que esté resultando muy fructífero. Confiaba en reeditar los grandes éxitos cosechados con Astroc en la época del boom inmobiliario, que le llevó a figurar en la lista Forbes con una fortuna de 7.700 millones de dólares cuando acababa de cumplir 40 años.
Todo lo contrario. Ninguno de los palillos que ha tocado, a través de su sociedad instrumental Veremonte, ha resultado muy próspero. Y su patrimonio se ha resentido sobremanera, hasta el punto de que, en la última edición de la prestigiosa lista, ya no aparece entre los más ricos del mundo, por no atesorar un patrimonio de al menos 1.000 millones de dólares.
Tejemaneje fracasado en BCN World
No le salió el tejemaneje que montó para embaucar a la Generalitat de Cataluña en el proyecto de parque recreativo BCN World, porque al final no fue capaz de captar el dinero para comprar los terrenos a Caixabank, ni tampoco resultó su fugaz aventura en Amper, la tecnológica en la que, de manera sorprendente, aterrizaba en mayo de 2012 para tomar su control.
Menos de dos años le bastaron para darse cuenta, en febrero de 2014, de que en la empresa tecnológica tenía poco que rascar, y puso tierra de por medio transmitiendo a Emilanteos –la patrimonial del presidente de Amper, Jaime Espinosa de los Monteros– los 8,83 millones de acciones que Veremonte poseía.
Un acuerdo, entre Bañuelos y Espinosa de los Monteros, en el que el empresario saguntino confiaba para recuperar una parte significativa de los 15 millones de euros aportados para tomar el control de Amper.
El ‘mirlo blanco’ que nunca llegó
Lo había planificado todo para que la operación a tres bandas le saliera redonda, con un doble acuerdo. Primero, para transmitir a Emilanteos sus acciones, equivalentes al 20% del capital social, y después, otro, para realizar la misma transmisión a un tercero. Pero este anhelado ‘mirlo blanco’ nunca llegó.
Ni Slon Capital ni Sherpa Capital, los fondos a los que Bañuelos intentó engatusar, pusieron el dinero con el que Bañuelos recuperaría lo aportado, quedando las acciones bajo la titularidad de Emilanteos, y dejando el suspenso el compromiso de pago que el saguntino había pactado con Esipinosa de los Monteros el 4 de marzo de 2014.
Veremonte vendió sus ‘Amper’ en agosto
Al final, la venta efectiva de las acciones de Bañuelos en Amper se produjo el pasado 27 de agosto, percibiendo Veremonte 1,12 millones de euros, muy lejos de los 15 millones que el empresario valenciano había puesto para llegar a controlar parte del 28% del capital de la tecnológica.
La salida casi definitiva de Amper de Bañuelos –todavía conserva un fleco de algo más del 2% cuya venta se está negociando– coincidía con el final de las negociaciones que la empresa tecnológica había mantenido durante más de dos años con sus acreedores para refinanciar la deuda.
Beneficios a cuenta
Las últimas cuentas presentadas, las correspondientes al cierre del tercer trimestre de 2015, ya se dejan sentir de manera positiva tras el acuerdo de refinanciación, homologado por el juez el pasado 24 de septiembre.
Obtiene 86 millones de euros de beneficios, frente a los 18 millones perdidos en el mismo periodo de 2014, debido no a la evolución de los negocios, sino por los 93,4 millones de euros de impacto positivo que ha supuesto la futura conversión de 111 millones de deuda en acciones.
Cisco ya ha cobrado
El acuerdo de refinanciación de la deuda y el dinero recibido por las dos ampliaciones de capital llevadas a cabo también han servido para reducir el déficit comercial que Amper acarreaba, especialmente con la empresa estadounidense Cisco, cuya reclamación de facturas impagadas estuvo a punto de hacer saltar todo por los aires.
El acuerdo de pagos firmado entre Amper y Cisco el pasado 20 de julio, que implicaba refinanciar la deuda vencida y la apertura gradual de líneas de crédito que permita, ha servido ya en tan solo un trimestre para reducir el déficit comercial en 23 millones de euros.
Acreedores y deudores comerciales
Los más de 118 millones de euros de pasivo contabilizados en junio en el apartado de ‘acreedores comerciales y otras cuentas a pagar’ se han reducido a algo más de 83 millones. Y los deudores de Amper también han pagado en este trimestre, rebajando lo adeudado por debajo de los 40 millones, 12 menos que en junio.
Proveedores que, como la multinacional francesa Alcatel-Lucent, parecen respaldar el plan de negocio de Amper, con la apertura de una línea de crédito de 6 de millones de dólares que acaba de otorgar, que se unen a los 10 millones que a principios de octubre suscribía el fondo Fore Research, principal accionista con casi un 5% y propietario del 50 % de la deuda convertible, con lo que en diez años podría tener un 12% más.