Ence inyectó 190 millones en el rural gallego el año pasado, más que la PAC
La contribución de la compañía, que suma las compras de madera y las inversiones en plantaciones y selvicultura, es mayor que las principales líneas de ayudas europeas de la PAC
La actividad de Ence en Galicia va más allá de los empleos directos que genera la biofábrica de Lourizán, en Pontevedra. En pleno debate sobre el abandono del rural y sus posibilidades de desarrollo económico, la compañía realiza una contribución decisiva para fijar población y favorecer la vertebración territorial de la comunidad. Esta aportación, canalizada a través de las compras a propietarios forestales e inversiones en plantaciones, tiene cifras concretas.
Según los datos del grupo que dirige Ignacio de Colmenares, en el último año Ence inyectó 190 millones en el rural gallego. Esta cuantía engloba la aportación directa a las familias y comunidades de montes como consecuencia de las compras de madera y biomasa, a lo que hay que sumar las inversiones realizadas en plantaciones, mantenimiento y limpiezas forestales en los terrenos. Estas tareas implican, a su vez, a un gran número de pequeñas empresas y trabajadores.
Un actor clave para la cohesión territorial
La cadena de valor del sector forestal facturó en 2021 unos 2.500 millones, sosteniendo la actividad de 3.000 empresas, el 12% del empleo industrial de Galicia, según los datos de la Xunta. Ence realiza una aportación fundamental para la sostenibilidad de esta cadena y para la distribución de ingresos a las familias, una de las claves para la cohesión territorial y la generación de riqueza en el rural.
De hecho, la aportación de la compañía supera las dos principales líneas de ayudas europeas de la PAC, destinadas a las explotaciones ganaderas y agrícolas del rural gallego. En el caso de FEAGA, la contribución ascendió a 181 millones; mientras que las ayudas FEADER aportaron 154 millones.
El impacto de la actividad de Ence también se mide en empleos. El grupo genera más de 5.000 puestos de trabajo en Galicia, de los que 800 están en Pontevedra y en sus municipios limítrofes. La mayoría, sin embargo, están en el sector forestal, unos 2.100 según datos de la propia empresa, lo que da una idea de la importancia de su actividad para la generación de riqueza en el rural.
Gestión forestal y compras en proximidad
La decisión de Ence de priorizar las compras en proximidad es otra de las claves para entender su contribución en Galicia. Las compras de materiales y servicios a empresas locales refuerzan el tejido empresarial de autónomos y pymes; mientras que las compras de madera impulsan una gestión forestal eficiente, a la que la empresa ha dado un importante impulso en la comunidad.
Además de gestionar directamente unas 10.500 hectáreas de cultivos forestales, Ence promueve la gestión sostenible, la certificación de madera, la agrupación de parcelas, el control de plagas e incluso fórmulas como la gestión conjunta de montes. Esto ha incidido a lo largo de los años en una mejor ordenación forestal, que hoy se antoja como uno de los objetivos clave en el desarrollo de Galicia hacia los objetivos fijados por la Unión Europea de una economía verde y descarbonizada.
Por tanto, la relevancia de la compañía atañe a la distribución de rentas a familias, pero también a las posibilidades de desarrollo de un sector como el forestal que ha cobrado enorme relevancia en la transición hacia una economía más sostenible y ambientalmente respuetuosa.