Ence diseña su futuro sin la planta de Pontevedra

"Si se nos obliga a cerrar Pontevedra, ampliaremos la producción en Navia", avanza la pastera, que mantiene en la recámara una inversión de 450 millones en su planta asturiana

Ignacio de Colmenares, consejero delegado de Ence / Wikipedia

Ignacio de Colmenares, consejero delegado de Ence / Wikipedia

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Ence traza su plan b a un hipotético cierre de su planta de Pontevedra. La compañía que preside Ignacio de Colmenares celebró este jueves un Markets Capital Day en el que ha puesto en valor su apuesta por la sostenibilidad y en el que ha pasado revista al jaque judicial a su biofábrica de Lourizán.

Después de ver cómo el Tribunal Supremo admitía a trámite los recursos presentados tanto por la propia compañía como por el comité de empresa y otras organizaciones, Ence prevé que el Alto Tribunal emita su veredicto «a finales de 2022». Será entonces cuando se conozca si la fecha de caducidad de la concesión de la pastera se mantiene en el año 2073 o si, por el contrario, se confirma la nulidad en la prórroga que en su momento otorgó el Gobierno de Mariano Rajoy.

«Si se nos obliga a cerrar Pontevedra, ampliaremos la producción en Navia»

«Nuestra estrategia es potenciar Navia [su biofábrica de Asturias] mientras defendemos Pontevedra», ha asegurado Ence en esta presentación. En ella también avanza que se volcará con su planta del Principado en el caso de que no prosperen los recursos que ahora se encuentran en manos del Tribunal Supremo.

«Si se nos obliga a cerrar Pontevedra, ampliaremos la producción en Navia», resalta la firma, que recalca que tiene una inversión de hasta 450 millones de euros en la recámara para potenciar esta última factoría. Se trata de un plan que la compañía impulsó hace más de dos años, pero que tuvo que dejar en stand by ante la crisis por la caída del precio de la celulosa y el estallido de la pandemia. El proyecto, que estará ejecutado entre los años 2026 y 2027, contempla la puesta en marcha de una nueva línea de producción. Con este movimiento, desde Ence calculan que podrían ampliar en 340.000 toneladas anuales la producción de fibra corta de celulosa (BKHP) o en 200.000 toneladas si se decide dedicar esta producción a fibra viscosa para abastecer a la industria textil.

De esta forma, Ence se mantiene en la batalla para mantener la concesión de su planta de Pontevedra hasta 2073 y retener así un activo clave (cuenta con una capacidad de 515.000 toneladas anuales, frente a las 695.000 de Navia). Pero aún en el caso de que no prosperen los recursos, la compañía mantiene su plan b en Navia y avanza: «Incluso en el caso de que se nos obligue a cerrar Pontevedra, seguiríamos generando un flujo de caja libre (free cash flow) sustancial», explica la firma, que añade que la contribución de Pontevedra en este apartado sería más que compensada por la inversión de 105 millones de euros que ya tiene en marcha en su planta de Asturias.

Bajo la denominación de Navia Excelente, Ence apuesta con este proyecto por la promoción de productos destinados a sustituir plásticos o envases. El plan también pone el foco en la descarbonización con el objetivo de reducir sus emisiones de CO2 en 50.000 toneladas anuales a partir del año 2024.

200 millones en provisiones

Además de trabajar en nuevas líneas de inversión, la compañía ya ha efectuado en sus cuentas las provisiones para hacer frente a un hipotético cierre de su planta gallega, que lleva aparejada una planta de biomasa de 35 megavatios. Ence desembolsó 200 millones de euros por este concepto a lo largo de 2021 para adelantarse al impacto de un posible cierre de su biofábrica de Pontevedra.

Estas provisiones provocaron que los números rojos de la compañía se disparasen desde los 26,4 millones de euros cosechados en 2020 hasta los 190,4 millones en 2021. Entre las cantidades que Ence ha reservado para hacer frente a un hipotético cierre de Pontevedra figuran 42 millones para las labores de desmantelamiento de la factoría, pero no los costes de un «procedimiento de reestructuración del excedente de mano de obra» que tendría lugar entre los años 2023 y 2024, los dos años en los que Ence prevé cerrar estas instalaciones en el caso de que el Tribunal Supremo no estime sus recursos.

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