“En Cambalache hay un conflicto laboral permanente”
La CIG se concentra en protesta contra la cadena de hostelería Cambalache por precarizar las condiciones de trabajo y “acosar” a los empleados
En plena Praza de María Pita, frente al Concello de A Coruña, un grupo de trabajadores convocado por la CIG protestó este viernes contra la popular cadena de hostelería Cambalache ante su restaurante más céntrico en la ciudad. El sindicato convocó una segunda concentración en el centro comercial Marineda City, donde tiene otra de sus sucursales.
El presidente del comité de empresa, Iago Barros, asegura que las movilizaciones responden a la dinámica en la que se ha instalado la empresa en el último año y medio y que obliga a los trabajadores a judicializar o denunciar ante la inspección de trabajo todos los conflictos al negarse la dirección “a resolver nada”.
Presión con expedientes a los trabajadores
Los trabajadores se quejan no solo de la falta de diálogo, sino también de modificaciones “arbitrarias” de las condiciones, incumplimientos de la normativa laboral, precarización del trabajo y persecución de los empleados.
Esto último se traduciría en la apertura de “expedientes sancionadores” a aquellos trabajadores que se rebelan contra las condiciones que impone la cadena. Es el caso, explican en la CIG, de un delegado de personal que, tras 20 años en la empresa, afronta varias sanciones y que, a juicio del sindicato, acabó de baja laboral por la presión que le imponía la dirección.
Sanciones de Trabajo
Barros destaca, como muestra de la falta de diálogo, que Cambalache acumula cuatro sanciones graves de la Inspección de Trabajo y 15 procedimientos abiertos por vulneración de los descansos semanales del personal de reparto, incumplimientos en la temperatura de los locales, no respetar las categorías laborales o no facilitar el equipamiento adecuado para el trabajo, entre otros motivos.
“Nos vemos obligados a recurrir de manera permanente a la administración laboral o a la vía judicial para que reconozcan cuestiones tan básicas como los descansos semanales obligatorios”, recalca el presidente del comité.
Reincorporación de cuatro trabajadores
Además de intentar forzar un cambio en las relaciones laborales, la protesta de la CIG solicita también la reincorporación de cuatro repartidores que salieron de la empresa cuando Cambalache modificó los turnos de libranza, según el sindicato, para evitar tener que cumplir con los descansos semanales.