Las mineras calculan 1.400 empleos con la reapertura de la mina de Touro
Atalaya Mining prevé una inversión de 200 millones en la explotación de cobre y tantos empleos como los que iba a generar Corcoesto
Una nueva explotación minera de gran tamaño irrumpe en Galicia. La empresa que explota la mina de Touro para la obtención de áridos, Explotaciones Gallegas, ha conformado una alianza con Atalaya Mining, la empresa titular de la mina de Riotinto en Huelva, con el objetivo de reanudar la extracción de cobre en esta zona minera de la comarca de Arzúa. El proyecto se ha publicado este viernes en el DOGA, lo que marca el inicio de la fase de exposición pública y abre un plazo de 30 días hábiles para presentar alegaciones.
El grupo que lidera el gallego Alberto Lavandeira, expresidente de Río Narcea, aportará “el capital, el know-how y la tecnología” para llevar a cabo la extracción, según indicó Atalaya, que es, por tanto, la pieza clave del proyecto. En base al acuerdo, irá aumentando su participación en Explotaciones Gallegas a medida que avance la explotación. La productora de cobre se ha reservado una opción de compra sobre todos los derechos de exploración que rodean a la mina, unos 122,7 kilómetros cuadrados, según indicó en su balance semestral de resultados.
Atalaya prevé una inversión de 200 millones, que se ejecutarán principalmente en los primeros 18 meses. De realizarse, supondría multiplicar por 60 la inversión que se realiza en un año en Galicia por parte de las industrias extractivas, indica en un comunicado.
Atalaya Mining prevé invertir 200 millones y un impacto económico en Galicia el primer año de 91,2 millones
La minera estima que generará unos 400 empleos directos, que se elevarían a los 1.400 sumando los indirectos e inducidos. La generación de empleo coincide con la que había publicitado Edgewater en la mina de oro de Corcoesto, un proyecto truncado por la negativa de la Xunta a autorizar la explotación. El impacto económico en Galicia durante el primer año sería de 91,2 millones.
Atalaya basa estas cifras en un estudio realizado por la Universidade de Santiago (USC) del que ya había informado a comienzos de año. La compañía promete “minimizar el impacto ambiental y conseguir un vertido cero” en una zona que ya ha sido foco de polémica por los vertidos, denunciados en 2013 por la plataforma ecologista Salvemos Cabana ante la Fiscalía.
“El plan de restauración ambiental presentado está avalado económicamente y tendrá efectos positivos visibles incluso desde los primeros años de operación. En este sentido, representa una gran oportunidad para mejorar la situación ambiental del entorno en beneficio de las personas de la comarca de forma compatible con otras actividades económicas. Proyecto Touro quiere ser un ejemplo de compromiso con la minería socialmente responsable”, asegura Atalaya.
La mina de cobre de Touro estuvo operativa entre 1973 y 1986, pero actualmente Explotaciones Gallegas la utiliza solamente como cantera para extraer áridos.