El yerno de Villar Mir se mofa del roto de Bankia a Ferroatlántica
López Madrid, presidente de Ferroglobe, tira de ironía ante la Audiencia Nacional para justificar la pérdida de 20 millones de inversión en Bankia
El consejero delegado del Grupo Villar Mir y presidente de Ferroglobe, Javier López Madrid, comparecer ayer en la Audiencia Nacional por su papel como consejero de Bankia antes de que la entidad tuviese que ser intervenida. Allí justificó su decisión de invertir 20 millones de euros en Bankia con fondos de Ferroatlántica, el Grupo Villar Mir y Fertiberia pese a la delicada situación financiera que arrastraba la entidad.
“Que soy idiota es evidente porque estoy aquí», aseguró el también yerno de Juan Miguel Villar Mir, López Madrid, durante el interrogatorio. «Pero soy más idiota por invertir 20 millones sabiendo que las cuentas eran falsas», continuó, tirando de ironía, el máximo responsable de la matriz de Ferroatlántica. La acusación particular acusa a López Madrid de haber orquestado, junto al resto de consejeros, el falseamiento de las cuentas de Bankia para ocultar la delicada situación de la entidad antes de su salida a bolsa. El consejero delegado del Grupo Villar Mir se defendió asegurando que es “materialmente imposible” falsear las cuentas, como sí aseguran los informes periciales.
Una inversión no recuperada
El Grupo Villar Mir no corrió la misma suerte que los inversores particulares y se vio privado de recuperar los 20 millones de euros que en su día invirtió en Bankia.El Juzgado de Primera Instancia número 13 de Madrid decidió desestimar en mayo del año pasado la demanda presentada por el Grupo Villar Mir contra Bankia, en el que le reclamaba 10 millones de euros.
De esta cantidad, 3,5 millones de euros le corresponderían a Ferroatlántica, que acaba de presentar un ERE temporal para su plantilla en España (incluida las factorías de Sabón y Cee-Dumbría), otros 3,5 millones, a Fertiberia, y los 3 millones restantes, al propio Grupo Villar Mir. Además de haberse presentado fuera de plazo, el auto también dejaba patente que la situación de Bankia «no podía pasar desapercibida por los inversores profesionales, cualificados e institucionales”.