El vino gallego cambia de manos: el fondo Sherpa compra la bodega Crego e Monaguillo
El fondo, que en Galicia estuvo interesado por los activos de Isidro de la Cal, se hace con la bodega de Monterrei, especializada "en grandes retailers de alimentación"
Sherpa Capital, firma de capital privado, ha comprado la bodega de Crego e Monaguillo. Con la operación la compañía busca «impulsar, consolidar y profesionalizar el sector del vino español».
Esta compra se suma a la realizada el pasado el mes de agosto con la que Sherpa Capital adquirió Terra Cellars. Según ha explicado la firma, la bodega de Monterrei está especializada en el segmento de los grandes retailers de administración que buscan un producto óptimo a un precio competitivo. «Crego e Monaguillo producen vinos de elevada calidad orientados para su consumo en el sector Horeca».
La bodega gallega cuenta con 20 años de historia y está ubicada en Ourense, desde donde produce vinos con Denominación de Origen Monterrei.
«La adquisición es un nuevo e importante paso en nuestro proyecto consolidador del sector del vino. Se trata de un proyecto pionero, que iniciamos a mediados del pasado ejercicio con la adquisición de Terra Cellars, y en el que seguimos buscando nuevas oportunidades. Creemos que el potencial que ofrece actualmente el sector vinicultor español, tanto nacional como internacionalmente, es muy significativo», ha señalado el socio operativo de Sherpa Capital, Fernando Llano.
La firma de capital privado ya estuvo interesada en extender su negocio en la comunidad gallega. En su momento llegó a plantear una oferta por la deuda de la pesquera coruñesa Isidro de la Cal. También estuvo incluida entre las empresas interesadas por hacerse con las plantas de Alcoa en A Coruña y Avilés.
Apuesta por las bodegas gallegas
Esta operación se suma a otras inversiones recientes en la comunidad como, por ejemplo, la ejecutada por Matarromera con su desembarco en la denominación de origen Rías Baixas con la puesta en marcha de un nuevo proyecto para producir Viña Caeira en el municipio pontevedrés de Salvaterra de Miño.
Matarromera, dirigida por Carlos Moro, confirmaba su expansión en la comunidad. En su catálogo ya contaba con los vinos de la Bodega Casar de Vide, ubicada en el concello de Castrelo de Miño, y las de San Clodio, radicada en el corazón de la denominación de origen Ribeiro fue adquirida a las herederas de José Luis Cuerda a comienzos del 2022. La compañía también cuenta con un acuerdo de colaboración con viticultores gallegos para elaborar uno de sus vinos de finca: CM Viña Tenencia.
Vega Sicilia también escogió la comunidad para una nueva inversión en febrero del año pasado. La firma capitaneada por la familia Álvarez Melquiriz decidió apostar por los caldos de albariño para su sexta bodega, que se ubicará en el concello pontevedrés de Crecente.
Con una inversión prevista de 20 millones de euros, el proyecto de la compañía cuenta con 24 hectáreas y terrenos para la puesta en marcha de una bodega que convivirá con sus etiquetas Único, Valbuena y Único Reserva Especial, y Alión (denominación de origen Ribera del Duero), Pintia (denominación de origen Toro), y el rioja Macán, que elabora conjuntamente con la familia Rothschild.
La empresa que en 1982 fue adquirida por el fundador de Eulen, David Alvárez (fallecido en 2015), aterrizó en Galicia con el objetivo de lanzar al mercado dos vinos. Uno de ellos será el Deiva, que tendrá una crianza de dos años. Es por ello que no saldrá al mercado hasta 2025 pese a que su primera cosecha está prevista ya para este 2023. El otro de los caldos es el blanco Arnela, con el que la compañía reforzará su catálogo de productos premium que le ha llevado a cerrar 2021 con unos resultados récord.