El veto al diésel amenaza a PSA-Vigo: el 75% de sus coches usan gasoil
Tres de cada cuatro vehículos que salen de la factoría de PSA en Balaídos son diésel, un porcentaje que duplica al resto de fábricas españolas
“El diésel tiene los días contados”. Esta fue la frase pronunciada por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, al ser cuestionada sobre la pérdida de peso de los motores a gasóleo en favor de los de gasolina en el mix de ventas en España. El cerco de las administraciones a los vehículos diésel, la última medida, el veto a que circulen por Palma de Mallorca en 2025, ha provocado que estos dejasen de ser los líderes en ventas en 2018 (han sido superados por los de gasolina) y obliga a las factorías españolas a reinventarse. Las más afectadas serán aquellas que más dependen de los vehículos comerciales ligeros (furgonetas), como es el caso de la de PSA en Vigo.
La planta del grupo galo en Balaídos fabricó el año pasado un total de 398.400 vehículos. De ellos, alrededor del 75% (unos 300.000) utilizaban el diésel como combustible, según confirmó el anterior director del centro, Frédéric Puech, el pasado otoño. El reinado de la factoría en producción de furgonetas la convierte precisamente en una de las más expuestas a este giro en el mercado. Y es que su dependencia de los vehículos diésel duplica a la del resto de fábricas españolas, en donde, según los datos de la patronal de fabricantes, Anfac, este tipo de vehículos representan el 32% de la producción.
Furgoneta, ¿sinónimo de diésel?
Hasta ahora, el diésel había encontrado en los camiones y las furgonetas su particular coto. Su atractivo fiscal respecto a la gasolina lo convierte en un combustible más asequible para los bolsillos de transportistas y autónomos y, además, su elevada compresión les concede la potencia necesaria para mover los vehículos más pesados. Prueba de ello es que, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el 82,4% de las furgonetas matriculadas en España utilizan el gasóleo para propulsarse. El porcentaje -que se dispara hasta el 96,7% en el caso de los camiones– contrasta con el 56,7% que se registra en el segmento de turismos.
La balanza se inclina del lado del diésel en los vehículos comerciales e industriales y esta situación se plasma no solo en la factoría de PSA en Vigo, sino también en otras de tamaño más reducido. Es el caso de la planta de Mercedes en Vitoria, que produce algo menos de la mitad vehículos que la del grupo galo en Vigo (unos 150.000 al año). El 85% de sus furgonetas utilizan diésel, algo que ha abocado a la fábrica a 14 días de paros desde el pasado mes de noviembre ante el descenso de de las compras de este tipo de vehículos.
El mapa del cerco al diésel
PSA, al igual que otros gigantes del sector de la automoción, ha redoblado su apuesta por los vehículos híbridos y eléctricos en los últimos años. El grupo avanzó hace algo más de un año que todos sus modelos tendrán versión eléctrica en el año 2025. Y es que a sus coches no les quedará otro remedio para poder circular en algunas ciudades.
Además de las restricciones de París, Barcelona o Madrid a la circulación de los diésel más antiguos, Palma de Mallorca anunció que vetará a los vehículos diésel de sus calles en 2025, un año a partir del cual también quedará prohibida su venta en Noruega. Dinamarca, Países Bajos o Irlanda harán lo propio en 2030, mientras que España, Francia o Reino Unido vetarán la venta de vehículos que emitan CO2 a partir de 2040, tal y como contempla el anteproyecto de Ley de Cambio Climático aprobado por el Consejo de Ministros del pasado viernes.