El Supremo deja a Villar Mir y Ferroatlántica sin 10 millones por la salida a bolsa de Bankia
El Alto Tribunal desestima los recursos con los que el Grupo Villar Mir y sus participadas Ferroatlántica y Fertiberia pretendían recibir una compensación por su inversión de diez millones de euros con la salida a bolsa de la entidad
Fin de camino para el Grupo Villar Mir y Ferroatlántica en su ofensiva ante la Justicia para recuperar los 10 millones de euros que invirtieron en la salida a bolsa de Bankia. El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado por el Grupo Villar Mir y sus participadas Ferroatlántica y Fertiberia contra la sentencia de marzo de 2019 en la que la Audiencia Provincial de Madrid les denegaba la opción de percibir una compensación por la pérdida de su inversión en Bankia.
Las empresas bajo la órbita de Juan Miguel Villar Mir presentaron recursos de casación y extraordinario por infracción procesal que, sin embargo, no han pasado el filtro del Tribunal Supremo, que, de esta forma, cierra la puerta a estas reclamaciones.
El Alto Tribunal se posiciona en la misma línea que la Audiencia Provincial de Madrid y el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Madrid, que previamente habían desestimado las demandas del Grupo Villar Mir. La firma, que controla el 48,7% del capital de Ferroglobe (dueña de Ferroatlántica) pretendía que Bankia le resarciese por la pérdida de los 20 millones que invirtió mediante la compra de acciones en julio de 2011.
Casi 4 millones con Ferroatlántica
Fue por aquel entonces cuando, ante la salida a bolsa de Bankia, la constructora OHL (todavía bajo propiedad de Villar Mir) se hizo con acciones valoradas en 10 millones de euros, una cifra que se rebajó hasta los 3,5 millones de euros en el caso de Ferroatlántica y Fertiberia y los 3 millones de euros en el propio Grupo Villar Mir.
El Grupo Villar Mir, Fertiberia y Ferroatlántica iniciaron su guerra en los tribunales en 2016 para denunciar vicio en el consentimiento y falta de transparencia en el proceso de salida a bolsa de Bankia. Sin embargo, ya el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Madrid echó por tierra los argumentos de las demandantes al entender que se trataba de inversores «cualificados y profesionales» y no minoristas.
A vueltas con el yerno de Villar Mir
Además, el juez también ponía el foco en la especial vinculación que guardaba el Grupo Villar Mir con la entidad ahora absorbida por CaixaBank. Y es que Javier López Madrid, yerno de Villar Mir y actual presidente de Ferroglobe, era, a su vez, consejero de Bankia en el momento de la salida a bolsa. Es por ello que el titular del juzgado de primera instancia número 13 de Madrid entendía que en la cúpula del Grupo Villar Mir tenían medios suficientes para conocer «todas las vicisitudes de Bankia en aquel momento, por lo que el error que alegan en todo caso sería inexcusable».
El propio López Madrid tiró de ironía para referirse a estos vínculos entre el Grupo Villar Mir y Bankia durante su comparecencia en la Audiencia Nacional después de que una de las acusaciones particulares le atribuyese el delito de falsedad contable por la salida a bolsa de la entidad. “Que soy idiota es evidente porque estoy aquí», aseguró el también yerno de Juan Miguel Villar Mir, López Madrid, durante el interrogatorio. «Pero soy más idiota por invertir 20 millones sabiendo que las cuentas eran falsas», afirmó de forma irónica el ahora máximo ejecutivo de Ferroglobe.
Ajustes en Ferroglobe por la escalada de la luz
De esta manera, Ferroatlántica encaja el golpe de quedarse sin los cuatro millones que invirtió con la salida a bolsa de Bankia mientras extiende los ajustes de producción por su red en España ante la crisis energética. En concreto, la compañía ha decidido suspender la actividad de uno de sus tres hornos en Sabón para hacer frente a la escalada de la luz. La firma da marcha atrás después de, precisamente, haber reiniciado este mismo horno a comienzos de año ante la mejora en el precio del silicio metal.
Estos recortes se han extendido también a su planta de Boo (Cantabria), en donde ha apagado uno de sus cuatro hornos, y a su factoría de Monzón (Huesca), que ha decidido mantener sin actividad durante cuatro horas al día para minimizar el impacto de la subida de la luz.