El Sabadell ultima la venta del ladrillo tóxico del Banco Gallego
La exposición inmobiliaria del Sabadell se reducirá de forma drástica con la venta de cuatro carteras, con activos de entidades adjudicadas
El Banco Sabadell suelta lastre. En este caso, inmobiliario. El plazo para que los fondos finalistas presenten sus ofertas para adjudicarse las cuatro carteras de Banco Sabadell formadas por activos problemáticos, cuyo valor conjunto asciende a casi 11.000 millones de euros, se cierra definitivamente el miércoles, fecha a partir de la cual la entidad deberá elegir a los ganadores, según fuentes cercanas a fondos.
La entidad presidida por Josep Oliu busca deshacerse de las carteras ‘Challenger’ y ‘Coliseum’, que suman unos 7.500 millones de euros y están formadas por activos adjudicados (REO), y de ‘Makalu’ y ‘Galerna’, valoradas en unos 2.500 millones y 900 millones de euros, respectivamente, y compuestas por créditos de colateral inmobiliario (NPL). En estas carteras se incluyen activos procedentes de entidades adjudicadas, caso de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) o del Banco Gallego.
Las carteras
Según han explicado fuentes de mercado, el Sabadell solamente podrá desconsolidar de su balance durante este ejercicio la cartera de mayor valor, la denominada ‘Challenger’ (valorada en unos 5.000 millones de euros), ya que el resto necesita ‘luz verde’ por parte del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) debido a que los inmuebles que las constituyen proceden de la antigua CAM , proceso que se podría alargar durante meses.
En diciembre de 2011, la comisión gestora del FGD decidió tomar parte en la reestructuración de la antigua CAM mediante la adquisición del 100% de sus acciones a través de la suscripción de hasta dos ampliaciones de capital por un importe total de 5.249 millones de euros, y vender posteriormente por un euro a Sabadell los títulos así adquiridos.
El FGD se comprometió también a asumir, durante el plazo de diez años (contando a partir del 31 de julio de 2011), del 80% de las pérdidas derivadas de una cartera de activos predeterminada valorada en 24.644,3 millones de euros, con unas provisiones constituidas de 3.882,2 millones de euros.
De la CAM a Banco Gallego
El caso del Banco Gallego fue diferente y los caminos seguidos, también. En octubre de 2013 culminaba el proceso de resolución del Banco Gallego, que se había iniciado en diciembre de 2012 con el traspaso de activos a la Sareb, el conocido como banco malo, y prosiguió con un aumento de capital con derecho de suscripción preferente simultáneo a la reducción de capital a cero.
El 20 de septiembre de 2013, la Comisión Rectora del FROB acordó la suscripción de la totalidad del aumento de capital social del Banco Gallego por importe de 245 millones de euros, para luego ser traspasado al Sabadell, que se hizo con la entidad gallega por un euro.
Por estas carteras pujan los principales fondos internacionales especializados en deuda ‘distressed’ y activos con riesgo de impago que recogen un importante descuento sobre su valor nominal y cuya recuperación depende de su garantía o colateral.
Apetito inversor
El fuerte ‘apetito’ inversor por ‘el ladrillo tóxico’ del Sabadell se produce en un contexto en el que la incertidumbre política se mantiene en el Viejo Continente. Cerberus, Blackstone, Lone Star, Oaktree, Deutsche Bank, Bain Capital, Oaktree y CPPIB son algunos de los fondos finalistas para adjudicarse las carteras. Solamente con la desconsolidación de la cartera de mayor valor, la exposición inmobiliaria del Sabadell se situaría por debajo del umbral de los 10.000 millones de euros, mientras que con la venta de las cuatro se reduciría hasta el entorno de los 4.000 millones de euros, según los cuentas publicadas por el banco referidas al primer trimestre de 2018.
Banco Sabadell sigue los pasos de otras entidades como Santander, BBVA o Caixabank en la reducción de la pesada ‘mochila’ de activos tóxicos que ha dejado la crisis financiera sobre sus balances.