El recorte en las primas dispara las alarmas en Ferroatlántica
La CIG reclama una nueva subasta eléctrica y teme un proceso de deslocalización de las plantas gallegas de Ferroatlántica
Como un reguero de pólvora, el miedo se extiende por las plantas electrointensivas gallegas después del recorte en las primas de interrumpibilidad. La subasta de compensanciones rebajó un 40% las ayudas respecto al anterior reparto, agravando el ya elevado coste energético que asumen las factorías. El día que los centros de Alcoa en España hacen una huelga conjunta, los trabajadores de Ferroatlántica han hecho saber su malestar por la situación y el temor a un posible ERE en las plantas de Arteixo y A Costa da Morte.
La CIG, que ha pedido que se repita la subasta ante los “desastrosos” resultados, explicó que no hay notificación oficial de un expediente de regulación de empleo en Cee y Dumbría, pero sí una gran preocupación en la plantilla y la industria auxiliar. El sindicato considera que no sería entendible ni justificado ante los buenos resultados de las plantas en 2018.
La CIG ve un plan de deslocalización
La situación es diferente para estos centros, pues son productores de energía a través de las centrales hidroeléctricas que Ferroatlántica intentó vender sin éxito, por la negativa de la Xunta a permitir la segregación. En Arteixo, sin embargo, los trabajadores dan por hecho que se pararán dos hornos tras el recorte de las primas.
La central entiende que las filtraciones respecto a un posible ERE también en los centros de trabajo de A Costa da Morte responden a una “intencionalidad” de la empresa de deslocalizar la producción. “Lo intentaron primero con la venta de las centrales, lo corroboraron con la adquisición de fábricas en Noruega y Francia competidoras directas de Ferroatlántica y agora prosiguen en la ofensiva con la escisión patrimonial de los centros e intentando justificar un ERE con el resultado de la subasta”, manifiesta.