El puerto de Vigo pierde peso en la conectividad marítima española
El puerto olívico lleva dos años presentando una tendencia a la baja, a pesar de que los datos generales españoles sitúan al país décimo en el ranquin mundial de conectividad marítima
Al puerto de Vigo, como enclave fundamental en la conectividad marítima española, le cuesta cada vez más salir a flote. Al menos si se comparativa con otros muelles del Estado, pues pierde pujanza mientras otros ganan protagonismo. Las Palmas, Valencia, Algeciras y Barcelona son las dársenas que destacan en conectividad marítima, ya que muestran una tendencia general al alza desde el año 2006, según el informe «Balance de la conectividad portuaria española» del catedrático Fernando González Laxe.
El concepto de conectividad marítima alude al «nivel de accesibilidad que posee un país en relación a las redes de transporte». «La conectividad marítima facilita nuevas oportunidades para los puertos al propiciar una mayor participación en el comercio internacional y proponer una reducción de los tradicionales costes de transporte; reduciendo, con ellos, ciertos obstáculos para la entrega y recepción de mercancías», explica González Laxe.
España ha mejorado sus datos generales, situándose décima en el ranking tras los puertos de China, Singapur, República de Corea, Malaysia, Hong Kong, Reino Unido y Estados Unidos. Esto se debe a «una eficiente apuesta por la mejora en la interconexión y en alianzas con otros puertos de cara a facilitar las conexiones e incrementar su atractivo, aspectos que subrayan ciertas localidades de cara a albergar terminales portuarias y servir de escala a las grandes compañías navieras».
Dos grupos diferenciados
Sin embargo, los puertos españoles no presentan un crecimiento uniforme. Existen dos grupos; el peninsular y el insular. El primero agrupa las terminales de Bilbao, Tarragona y Vigo, que presentan una tendencia «estable o un poco decreciente». Esto se debe, según el informe, al establecimiento de las «nuevas jerarquías mundiales y modificaciones en el tablero mundial; y, en segundo lugar, porque sus hinterlands o factores de atractividad se mantienen constantes a lo largo de los últimos años, sin una mejoría notable».
El segundo grupo, el insular, engloba los puertos canarios de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, mostrando el primero un tendencia al alza, mientras el segundo se mantiene a la baja, lo que subraya una priorización de las escalas por parte de las grandes navieras. El puerto de Málaga, en una categoría singular, muestra «fuertes oscilaciones en el periodo 2006-2020», debido a que su conectividad está «muy correlacionada con la capacidad y movimiento de los puertos de Algeciras y de Tánger-Med, con los que se solapa y complementa».
El puerto de Vigo presentó un índice de conectividad marítima del 13,33 en el año 2018, el segundo valor más alto desde 2006, con una posterior caída durante 2019 y 2020 que sitúa a la ciudad gallega en el grupo de las terminales españolas con tendencia a la baja o estable, junto con Tenerife, Bilbao y Tarragona.