El presidente del Dépor y el magnate indio Bhavnani controlan ya el 90% de Altia
Los vehículos de inversión del segundo accionista de la consultora tecnológica han destinado cerca de 300.000 euros en lo que va de año a la compra de nuevas acciones de la compañía
Tino Fernández, el presidente del Deportivo de La Coruña y de la consultora tecnológica Altia, ha encontrado en el magnate indio Ram Bhavnani a su socio ideal. Entre los dos controlan ya más del 90% de la empresa radicada en la localidad coruñesa de Oleiros.
En los últimos meses, Tino Fernández no ha variado su participación. En una de sus últimas comunicaciones al regulador, con fecha de 3 de enero, la consultora tecnológica informaba de que sólo la sociedad Boxleo TIC, controlada el máximo directivo de la firma, superaba el 10% de participación en la empresa. Contaba entonces con 5.567.331 títulos, representativos del 80,94% del capital y con un valor de mercado cercano a los 100 millones de euros.
Actividad incesante
El que sí se ha estado moviendo es el magnate indio. Este miércoles, en un nuevo hecho relevante, cumpliendo con las obligaciones del Mercado Alternativo Bursátil, Altia informaba de que Ram Bhavnani había notificado el aumento progresivo de su posición desde la última comunicación –en julio de 2016– en más de 1%, hasta situar la participación en la empresa vinculada a sus vehículos de inversión en el 9,48%. Son algo más de 650.000 títulos con un valor aproximado de 11,5 millones.
Sólo en lo que va de año, el empresario afincado en Canarias adquirió 16.654 acciones a precios de mercado –entre los 16 y los 18 euros– lo que le supuso un desembolso cercano a los 280.000 euros. Antes de eso, el pasado diciembre, ya obtuvo los primeros réditos de su inversión, puesto que la compañía aprobó entonces repartir un dividendo de 1,1 millones de euros entre todos sus accionistas.
Los títulos de Altia acumulan en estas primeras semanas de 2017 una revalorización del 2,72%. Este martes cerraron la sesión en los 17,77 euros. Ahora, tras las últimas adquisiciones del segundo accionista, la parte a repartir del pastel –una compañía con una capitalización de 122 millones de euros– es cada vez menor.