El plan de Repsol y Orsted: construir parques eólicos para España y Portugal desde Langosteira
En calidad de promotoras, las compañías, que acaban de firmar un acuerdo con la Autoridad Portuaria de A Coruña, apostarían por fabricar con los distintos grupos que se están asentando en los terrenos del puerto exterior
Acuerdo de calado entre Repsol, la danesa Orsted y la Autoridad Portuaria de A Coruña para impulsar el desarrollo de proyectos de eólica marina en la costa de Galicia y Portugal. Este miércoles, el ente portuario presidido por Martín Fernández Prado anunció la subscripción de un convenio que contempla «el desarrollo, construcción, operación y mantenimiento de futuros proyectos de eólica marina flotante» a través del uso «temporal» de infraestructuras del puerto exterior de A Coruña durante las fases de montaje e integración de los aerogeneradores, bases flotantes, subestaciones, cableado, sistemas de amarre y «demás equipamiento necesario para el desarrollo del proyecto».
Las partes integradas en el acuerdo no aportaron mucha más información sobre en qué se traducirá de forma efectiva ese convenio. No obstante, según ha podido saber Economía Digital Galicia de fuentes de las negociaciones, en la práctica, este acuerdo entraña que Repsol y Orsted, en su calidad de promotores de parques eólicos pero no constructores, apostarán por la fabricación y el ensamblaje de los molinos flotantes en Langosteira. De esta forma, apostarán por contratar los componentes a través de alguna de las distintas compañías que están desembarcando en el Puerto Exterior de A Coruña con este objetivo.
Sin proyectos presentados (de momento)
«Galicia está llamada a convertirse en una región clave para la eólica marina en España y Orsted y Repsol están dando ya pasos para construir las alianzas adecuadas que garanticen que estamos listos para empezar a construir desde el día uno», ha señalado Marianne Hassl, la gerente para el mercado offshore del gigante danés en España y Portugal.
Por el momento, ni Repsol ni Orsted han presentado, al menos de forma pública, ante el Ministerio para la Transición Energética ningún proyecto de parque eólico marino en aguas españolas, aunque, tras este anuncio, se espera que lo hagan. Los de Teresa Ribera ya han dado luz verde a los POEM, los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo que definen las zonas del litoral en donde será posible la instalación de parques offshore. Este era el paso previo imprescindible para, en un futuro, poder llevar a cabo la subasta de espacios y megavatios de los promotores interesados, siendo el objetivo tener entre 1.000 y 3.000 MW en operación en las costas del país en el horizonte de 2030.
Hasta hace poco, los promotores de eólica marina creían que las subastas podrían comenzar a articularse hacia final de año, aunque en estos momentos existe incertidumbre en el sector debido a las elecciones generales del 23 de julio.
La atracción de Langosteira
La apuesta de Repsol y Orsted por Langosteira como espacio en el que fabricar los parques de eólica marina no es única. De hecho, otros promotores, como es el caso de Cobra, la propia Ferrovial, Capital Energy o Iberblue, socia de Amper, miran hacia el puerto exterior coruñés como enclave estratégico, por su ubicación, para el montaje de sus parques.
Hay que tener en cuenta que hasta nueve grupos han solicitado a la Autoridad Portuaria de Martín Fernández Prado espacio en Langosteira para poder desarrollar negocios relacionados con la construcción de componentes para la eólica marina. De momento, solo han trascendido los nombres de Cobra, la antigua filial de ACS en manos de la francesa Vinci, la vasca Saitec, el gigante Ferrovial y Amper, la compañía presidida por el exministro de Defensa Pedro Morenés, además de la propia Navantia.