El plan de la Fundación Amancio Ortega: destinará siete de cada 10 euros a sanidad en los próximos cinco años

Las donaciones de la fundación del dueño de Inditex el pasado año cayeron de los 146 a los 70 millones ante el próximo fin del programa de radioterapia y la eliminación de las becas en el extranjero por el Covid, aunque prevé un gasto de 450 millones en los próximos cinco años, impulsado por la protonterapia

Amancio Ortega con su mujer, Flora Pérez Marcote

Amancio Ortega y Flora Pérez Marcote, presidente y vicepresidenta de la Fundación Amancio Ortega EFE/ Cabalar

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La obra social de Amancio Ortega, gestionada a través de la fundación que lleva su nombre, centra sus donaciones en los últimos años en el terreno de la sanidad. Presidida por el dueño de Inditex y ocupando las vicepresidencias Flora Pérez, su mujer, y José Arnau, uno de sus históricos hombres fuertes en la multinacional textil y en Pontegadea, la entidad sin ánimo de lucro ha comprometido para el periodo 2022 a 2026 un gasto de 449,5 millones de euros.

De esa cantidad, según las previsiones de la fundación (que se nutre con los fondos que le aporta Pontegadea, el holding inversor de la primera fortuna de España), 311 millones estarán destinados a programas del ámbito sanitario. Es decir, el 70% de los fondos comprometidos hasta el ejercicio 2026. De esta forma, en el próximo lustro, siete de cada 10 euros donados por Ortega Gaona estarán destinados al ámbito sanitario.

Se trata de una cantidad prácticamente idéntica a la invertida durante los últimos cinco años, entre 2017 y 2021, cuando se contabilizó una ejecución de gasto de 425 millones de euros, siendo 310 millones, en este caso, los destinados a programas sanitarios.

De residencias de mayores a becas

Para el próximo lustro, y según la información consultada por Economía Digital Galicia, la fundación tiene previsto destinar otros 98 millones de euros a programas que denomina de carácter social. Esta área comprende, entre otras, las donaciones comprometidas a la Xunta para la puesta en marcha de siete centros para mayores en las ciudades gallegas. La obra social de Ortega se encargará de construir y equipar estos inmuebles que, posteriormente, pasarán a integrarse dentro de la red pública autonómica. Este proyecto cuenta con un presupuesto conjunto de 90 millones de euros.

A mayores, la fundación destinará en los próximos ejercicios hasta 38,3 millones de euros a actividades de ámbito educativo. Se engloba dentro de esta partida, por ejemplo, el programa de becas a estudiantes de primero de Bachillerato, que pueden optar a realizar un año escolar en Estados Unidos.

Protonterapia

El motivo por el que el gasto de la fundación en materia sanitaria se dispara sobre otros está directamente relacionado con la puesta en marcha de su programa para la implantación de la protonterapia en el sistema público de salud. Fue en octubre del pasado año cuando la entidad acordó con el Gobierno de Pedro Sánchez y varias comunidades una donación de 280 millones de euros para la instalación de diez aceleradores de protones. Se trata, apuntan, de una tecnología especialmente indicada para el tratamiento de cánceres en menores y de tumores de difícil acceso.

En la última información de Pontegadea remitida a medios, en la que ofrecieron las cifras relativas a su ejercicio 2021, la family office del primer accionista de Inditex apuntaba que durante el pasado año realizó una aportación a la fundación de 290 millones de euros, destinados en su mayoría a sufragar el gasto de este programa.

Caída del gasto en 2021

Al margen de las previsiones de gasto para los próximos años, la fundación Amancio Ortega acaba de hacer públicas sus cuentas relativas al ejercicio 2021, en las cuales se anota una contundente bajada de gasto con respecto a 2020.

El pasado año, la fundación contabilizó inversiones sociales por valor de 70,6 millones de euros, destinando 45 al área de salud. Doce meses antes, con el estallido de la pandemia, el gasto en programas sociales se disparó hasta los 146 millones de euros, un 53% por encima que en 2019. Ese ejercicio, el presupuesto inicial era de 104 millones. En su memoria indicaba que la desviación se debía, fundamentalmente, “al programa de apoyo sanitario debido a la emergencia provocada por el Covid”.

Pero, ¿por qué se ha anotado esa caída? Fuentes cercanas a la entidad sin ánimo de lucro explican que el notable retroceso del pasado año se debe a distintos factores. Al margen de los gastos extraordinarios ligados a la emergencia sanitaria en 2020, la ejecución del programa de protonterapia aún no comenzó a liquidarse el pasado ejercicio (el Consejo de Ministros aprobó el pasado julio sacar a licitación la compra de diez de estos equipos).

En 2021 también se había ya ejecutado la mayor parte del presupuesto destinado a otro programa sanitario de la fundación, el correspondiente a equipos de radioterapia (de una donación de 81 millones en 2020 se pasó a 45 millones en 2021). Otra de las causas en las que se sostiene el retroceso radica en el hecho de que, debido al Covid, tampoco se pudo realizar el programa de becas en el extranjero.

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