El otro ‘tesoro’ de la costa: el Gobierno cree que Galicia puede ser líder en producción eléctrica con las olas

La costa gallega alberga las dos bazas de la comunidad para mantener su puesto como potencia energética en España. Además de una eólica marina que ya suma tres macroproyectos (dos parques de Iberdrola con 490 megavatios de potencia cada uno y otro, promovido por Sener y Bluefloat, de 1.200 megavatios), el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico apunta ahora a las olas del mar.

«En España la energía de las olas o undimotriz dispone de recurso de gran calidad para su viabilidad y desarrollo», recoge el ministerio que encabeza Teresa Ribera en un documento que lleva por título Hoja de ruta eólica marina y energías del mar en España.

El potencial de Galicia

El texto apunta a Galicia como la comunidad que más se podría beneficiar del despegue de esta tecnología. «Galicia presenta los valores de potencial de energía más elevados, con potencias medias entre 40–45 kilovatios por metro de longitud. El Mar Cantábrico es, en segundo lugar, la siguiente zona del litoral en cuanto a recurso (alrededor de 30 kilovatios por metro, disminuyendo de oeste a este) y, en tercer lugar, la fachada norte de las Islas Canarias«, en donde el ministerio apunta que se pueden alcanzar potencias de hasta 20 kilovatios por metro a través del oleaje.

La hoja de ruta del Ministerio para la Transición Ecológica contempla que España cuente al término de 2030 con una horquilla de entre 40 y 60 megavatios de potencia instalada a través de las denominadas energías del mar -la undimotriz (a partir de las olas) y ´la generada por las corrientes marinas-. Se trataría de una potencia instalada equiparable a los 50 megavatios de la planta de biomasa de Greenalia en Teixeiro (Curtis), pero que supondría un salto respecto a la situación actual.

«Del total de dispositivos que existen conectados a red, más del 75% de ellos presentan potencias relativamente bajas
de 20 kilovatios por unidad y de los restantes, siete de ellos presentan potencias máximas de 350 kilovatios y solo una instalación tiene una capacidad notablemente mayor de 1,25 megavatios«, explica el documento.

Una tecnología que se abarata

Buena parte de esta expansión a futuro que se prevé para esta tecnología ante la que Galicia parte en la pole position se explica por su reciente abaratamiento. «En 2015, el LCOE [coste nivelado de la energía] de la energía undimotriz oscilaba entre los 470 y los 1.400 euros el megavatio hora, habiendo reducido su valor hasta los 560 euros en 2018 con el desarrollo de los primeros de demostración. Con la curva de reducción de costes que se muestra en la figura siguiente, se espera que las tecnologías de energía de las olas alcancen un LCOE de 200 euros el megavatio hora para 2025 y 150 euros para 2030«, subraya el ministerio.

La potencia desplegada a través de esta tecnología se quedará, eso sí muy alejada de los hasta tres gigavatios de potencia eólica marina instalada que el Gobierno baraja para 2030. En concreto, el Ministerio para la Transición Ecológica vaticina que esta se moverá en una horquilla de entre uno y tres gigavatios para entonces, unas cantidades que se quedan cortas ante la suma de los dos gigavatios que se tramitan en Galicia y los cuatro gigavatios que se proyectan en Canarias y de los cuales 250 megavatios son impulsados por la gallega Greenalia.

El proyecto pionero en Punta Langosteira

Además de destacar a Galicia como la futura líder de la energía undimotriz en España, el Gobierno también pone como ejemplo a uno de los proyectos que se están llevando a cabo en aguas de la comunidad. «El puerto exterior de Punta Langosteira, en el término municipal de Arteixo, acoge el parque experimental de energía undimotriz, del proyecto EnergyMare. Es considerada como la segunda zona experimental del mundo con mayor concentración de energía de las olas, por detrás de la costa sur de Gales«, revela en su hoja de ruta para el sector.

Se trata de la iniciativa formada por un consorcio de 11 socios de España, Portugal, Reino Unido, Francia e Irlanda y que coordina el Instituto Enerxético de Galicia (Inega). Su objetivo es «habilitar el dominio público marítimo-terrestres de 2,6 kilómetros cuadrados en las proximidades del puerto exterior de A Coruña, a una distancia entre 20 y 60 metros de la costa y a una profundidad de 500 metros». «Desde mediados de 2015, las aguas de Punta Langosteira son el laboratorio marítimo en el que distintas empresas y entidades investigadoras realizan ensayos que tienen como objeto la obtención de energía a partir del oleaje», concluye el documento.