El nuevo concierto de Povisa costará 4 millones más al año al Sergas
El Consello de Contas retrata los fracasos del concierto de Rocío Mosquera, que duplicó las quejas de los pacientes y llevó a Povisa al preconcurso
A finales del año pasado, la Xunta y Povisa, el mayor hospital privado de Galicia, acordaron una modificación del concierto por el que el centro sanitario del empresario José Silveira atiende a pacientes de la red pública. La medida tenía como objetivo corregir las pérdidas acumuladas de Povisa que le habían llevado al preconcurso de acreedores, a su entender, debido a una interpretación incorrecta del concierto por parte del Sergas, que se negó a pagar costosos medicamentos de dispensación ambulatoria.
El nuevo acuerdo, en sus líneas básicas, consistió en rebajar la cápita, lo que paga la sanidad pública por cada paciente que asume Povisa, y en la asunción por parte del Sergas de la compra de los medicamentos de alto impacto, bajo la condición de que el hospital privado se ajuste a los criterios y protocolos del sistema público de salud a la hora de recetar los fármacos.
El concierto costará alrededor de cuatro millones más
El Consello de Contas, que analiza en su informe de fiscalización del concierto las modificaciones del mismo, se sorprende de que, aparentemente, el anterior concierto no exigiese a Povisa seguir los mismos protocolos que en el Sergas. De hecho, el nuevo acuerdo fija un nuevo tipo de “irregularidad grave”, que consiste en emplear medicamentos entregados por el Sergas “contraviniendo los criterios de prescripción”.
Contas hace una estimación sobre el mayor coste que supondrá para el erario público la modificación del concierto con Povisa. Lo que hace es aplicar el nuevo acuerdo a los ejercicios comprendidos entre septiembre de 2014 y agosto de 2016, dos años. De estar esos cursos vigente el nuevo acuerdo, el gasto del Sergas se hubiera incrementado en 7,8 millones, a razón de 3,4 millones el primer ejercicio y 4,4 millones para el segundo.
El número de quejas contra Povisa se dispararon
El organismo fiscalizador señala otro problema del concierto que dejó la exconselleira de Sanidade Rocío Mosquera, cesada por Feijóo en plena crisis por la caótica puesta en marcha del Hospital Álvaro Cunqueiro. Entre 2014, cuando entra en vigor, y 2016, las quejas de los usuarios se disparan, pasando de las 502 a las 712 registradas.
El motivo más común en las reclamaciones fueron la inadecuada atención y el déficit de cuidados, seguido de las listas de espera. Cierto es que, según los datos del Consello de Contas, las quejas de los pacientes aumentaron ya desde 2011, llegando a duplicarse en cinco años, al pasar de las 343 a las 712 de cierre de 2016.
El balance del concierto de 2014 parece muy negativo, pues además de empujar a Povisa hacia una situación de inviabilidad económica, provocó un aumento de la litigiosidad entre la empresa y el Sergas, así como de las quejas de los pacientes contra el hospital.