El millonario negocio de la tintorería de Inditex encadena ERTEs
Top Wash, empresa de tintorería industrial con 6,4 millones de facturación, llama a negociar a los trabajadores en medio del ERTE que ya aplica
El frenazo de la actividad económica a causa del coronavirus golpeó a las auxiliares de Inditex, afectadas por el cierre de tiendas durante dos meses y la menor carga de trabajo en el centro logístico de la multinacional en Arteixo. Una de las damnificadas fue Top Wash, empresa dedicada a los acabados textiles y a la limpieza de ropa. Con el gigante textil como gran cliente, Top Wash maneja cifras de facturación millonarias y márgenes escasos. Cerró 2019 con una facturación de 6,46 millones, un incremento considerable desde los 4,7 millones del ejercicio anterior. Los beneficios fueron 271.851 euros, frente a los números rojos de 113.000 euros de 2018.
Con base en el polígono de Sabón (Arteixo), la empresa aplicó un ERTE para 54 trabajadores hasta el 31 de mayo debido a la disminución de la carga de trabajo desde que el 13 de marzo Inditex anunció el ciere de todas sus tiendas en España, que se sumaron a las que ya tenía cerradas en Italia o Asia. Ahora, cuando la multinacional de Amancio Ortega está en proceso de desescalada, Top Wash ha vuelto a llamar a negociar a los sindicatos para alargar el ERTE que había planteado inicialmente más allá de mayo, según informan fuentes sindicales.
Un negocio con altibajos
Top Wash tiene al frente a José Benito Caamaño y al ex jugador del Deportivo Jaime Agulló Quintela, ambos como administradores solidarios. El grupo estuvo en su momento formado por varias empresas como Texingal, Tinplan o Temprasa, que no consolidaban conjuntamente. En los últimos años y tras varias fusiones, sobreviven Top Wash, que es la que tiene mayor actividad, y Temprasa. Según explican fuentes sindicales, los servicios de la empresa no se limitan a un simple lavado de ropa, sino que hace trabajos muy especializados de acabado textil, por ejemplo, el desgastado de los vaqueros.
En septiembre de 2015 llegó a presentar un preconcurso de acreedores que no llegó a la suspensión de pagos, pero sí conllevó una reestructuración societaria por la que acabarían desapareciendo las filiales Texingal y Tinplan. El acuerdo con los acreedores y clientes conllevó también una importante inversión para la renovación de su maquinaria, adquiriendo nuevas máquinas lavadoras con centrifugado integrado, administración de aditivos y sal líquida automatizadas, así como secadoras y una máquina despedreadora automática para al tratamiento de prendas tejanas en la denominada línea Denim.
Tras la modernización de la maquinaria y la reestructuración, la empresa encadenó dos ejercicios en rojo con pérdidas de 155.000 euros en 2017 y de 113.000 euros en 2018, hasta entrar en beneficios el año pasado. Tiene un patrimonio neto de 356.00 euros y unos activos de más de 6 millones.