El ‘Linkedin’ de actores de Antonio Banderas perdió 70.000 euros en 2016
Vibuk, la startup que trata de conectar a jóvenes talentos con la industria del cine, pierde más dinero que todo lo que factura
Antonio Banderas está lejos de rentabilizar su apuesta por la red social Vibuk. La startup dedicada a dinamizar la comunidad de jóvenes talentos y conectarla con la industria cinematográfica perdió 70.000 euros el pasado año, un 26% más que los números rojos de 55.353 euros presentados en 2015, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Además, la tecnológica redujo a más de la mitad el importe neto de la cifra de negocio, tras cosechar 49.162 euros el pasado año, frente a los 114.556 euros de 2015 (un 57% menos).
Banderas se sumó al proyecto a mediados de septiembre de este año tras inyectar 500.000 euros que le llevaron a adquirir el 25% de una empresa emergente que se encuentra en plena transición tres años después de arrancar. “Veo unas posibilidades tremendas en esta compañía”, afirmó el malagueño el día de su presentación como nuevo socio.
Banderas adquirió el 25% de Vibuk tras inyectar medio millón de euros
Durante su comparecencia ante los medios, reconoció también que se sumó al proyecto por un componente «emocional». El artista puso en valor las facilidades de la tecnología gracias a aplicaciones como Vibuk, ya que en su «época» lo más parecido era «irse a una cafetería a ver si allí te enterabas de alguna audición o conocías a un director. Era un poco de locos, podías quedarte en la puerta de un teatro porque el portero no te dejaba entrar», explicó.
Vibuk funciona de una forma muy similar a Linkedin. La aplicación se puede descargar en el móvil o bien utilizarse desde el ordenador. Conecta a empresas o particulares que pueden estar interesadas en contratar artistas o que se ofrezcan para trabajar. Lo hace habilitando opciones de chat entre ambas partes o la posibilidad de crear castings en línea.
Los cambios en Vibuk
Jorge Martínez, fundador del proyecto, explica cómo le ha dado la vuelta al modelo de negocio de Vibuk. “Dejamos de ser una agencia tradicional en la que participábamos como intermediarios en los diferentes contratos de actores con directores», explica el productor. En aquel momento, el volumen de facturación era mayor porque la empresa retenía en torno a un 15% de lo acordado. Ahora, en cambio, ese porcentaje ya no se ingresa.
Vibuk dejó de ser una empresa de representación de artistas en enero de 2016
Vibuk “empezó de cero” y pasó a enfocarse en ser una red social orientada a crear comunidad. Las vías de ingresos se canalizan desde ese momento a través de la publicidad y de un servicio fremium. Es decir, cualquiera puede descargase la app y usarla de manera gratuita, pero al mismo tiempo se puede acceder a una versión premium para beneficiarse de servicios que dan mayor visibilidad a través de una suscripción previo pago.
Estos planes se dividen en el plan plus visibilidad, que incluye mejoras en el posicionamiento y estadísticas (23,99 euros al año); el plan plus profesional, con promociones en redes sociales (59,99 euros al año), y el plan estrella, que introduce un asesoramiento especializado y prioridad para acceder a castings remunerados (349,99 euros al año).
Los usuarios se disparan
Vibuk centra sus esfuerzos en el crecimiento de los usuarios. «A principios de 2016 teníamos cerca de 16.000 actores y modelos registrados, mientras que ahora ya superamos los 116.000”, explica el productor.
“El modelo empieza a tener tracción” y ya se ha lanzado en otros países como México, aunque no será el único. Desembarcar en Colombia, Perú y Chile también entra en los planes que actualmente desarrollan el equipo de gestión de la empresa, formado por ejecutivos provenientes de las artes escénicas.
En casi dos años el número de usuarios ha crecido en 100.000 personas
El segundo motivo de las pérdidas es el estado embrionario del proyecto. “Cuando montas algo diferente tienes que ir pivotando sobre muchos aspectos” ya que «no es un modelo testado», explica quien lleva tres años sumergido en el proyecto y ya ha superado el ratio de supervivencia del grueso de startups. «No es un modelo testado, por lo que es imposible ser rentable desde el minuto cero», asevera.