El ladrillo lastra en 1.000 millones las cuentas de la banca
La mejora de los márgenes de ventas y las menores provisiones no resultan suficientes para alcanzar el equilibrio
Los bancos españoles están viendo reducida su exposición inmobiliaria como consecuencia de la venta de activos, en buena medida por los ‘servicers’ que están colaborando de manera total o parcial en la gestión, y también por la disminución de nuevas entradas de inmuebles en su balance.
Pero los resultados siguen sin encontrar el punto de equilibrio. Al finalizar el primer trimestre, el aporte de este segmento en el balance de las entidades vuelve a rebajar los beneficios en unos 1.000 millones.
Caixabank, 557 millones de pérdidas
No obstante, la foto sale en esta ocasión un tanto distorsionada por los 557 millones de pérdidas netas que se ha apuntado Caixabank. El resto de entidades también mantiene en números rojos el balance inmobiliario, pero lo hace de una manera mucho más atemperada. El Santander, por ejemplo, reconocía 95 millones de pérdidas y 154 el BBVA, en este caso un 37% menos que hace un año.
La entidad presidida por Francisco González, la única, además del Sabadell, que no ha creído conveniente ceder la gestión a uno de estos ‘servicers’, llegaba a esas pérdidas –casi 100 millones menos que las registradas un año antes– gracias a la menor carga fiscal aplicada sobre los beneficios y a las provisiones. Los 36,7 millones negativos aplicados en el primer trimestre de 2014 se han convertido ahora en 67 millones positivos y se han reducido las provisiones de 183 a 85 millones de euros.
Sus ventas de activos al cierre del trimestre sumaban 2.100 inmuebles, o el doble si añadían las realizadas en nombre de terceros y las de los propios promotores. El promedio mensual de ventas está en línea con el de los tres primeros meses de 2014, consolidándose así el cambio de estrategia hacia una situación de ventas más selectivas y de mayor rentabilidad.
La gestión de los ‘servicers’
En el Popular también se está dejando notar la mano en la gestión de los fondos Kennedy Wilson y Värde Partners. Las ventas de inmuebles han superado con creces las previsiones. Los poco más de 400 millones barajados han quedado lejos de los 534 millones logrados con la venta de 2.674 inmuebles, procedentes en un 72% de edificios terminados y en el 28% restante por la venta de suelos por 140,4 millones de euros.
Los 557 millones que pierde Caixabank por la gestión de sus activos inmobiliarios vienen determinados fundamentalmente por los 466 millones que se apunta por el deterioro de activos y los 202 que reconoce por activos dados de baja.
Exposición
Por lo que a la exposición inmobiliaria se refiere, la mayoría de los bancos siguen con la tendencia a reducir el nivel del crédito promotor y a tratar de que los activos adjudicados no sigan entrando en el balance a los niveles que lo hacían hace un par de años.
El Banco Santander continúa aplicándose en este sentido. Su exposición bruta se ha rebajado en 543 millones respecto al cierre de 2014, con reducción de los créditos dudosos y una ligero incremento de 5 millones de euros de los créditos. En cuanto a los adjudicados, el bruto de 7.806 millones reconocido a marzo de 2015 supone una reducción de 100 millones respecto a diciembre de 2014. La cada vez más reducida exposición se percibe también en sus ventas, que caen a 2.500 unidades, lejos de las 4.200 colocadas entre enero y marzo del pasado año.
BBVA, 13.000 millones de activos adjudicados
El BBVA también ha reducido su ladrillo tóxico, aunque en menor medida. Apenas 300 millones menos que hace tres meses, hasta 23.704 millones. En su caso, reduce el importe de los créditos dudosos, pero sube algo el de los subestándar. Y, en el caso de los activos adjudicados, los mantiene invariables en los 13.000 millones.
La incorporación de los 224 millones de activos aportados por Barclays y algo más de nuevo crédito concedido al promotor que sus competidores, ha llevado a Caixabank a elevar su exposición inmobiliaria en unos 1.000 millones entre enero y marzo de 2015. Y también a acumular provisiones por encima de los 13.100 millones de euros.