El laboratorio de Pharma Mar: invierte en I+D casi tanto como lo que ingresaba antes del salto con Zepzelca
La compañía de origen gallego destinó 72 millones de euros a inversión en I+D en 2021, una cifra que casi iguala a los 85,8 millones de euros que facturó en 2019 tras la venta de Xylazel y Zelnova
Pharma Mar aprovecha el punto de inflexión en su cuenta de resultados para volcarse con la investigación y desarrollo (I+D). Así lo revela la memoria anual de la compañía correspondiente al ejercicio 2021. En ella se recoge que la antigua Zeltia disparó un 34,2% esta partida de gasto en 2021, tras escalar desde los 53,8 millones de euros registrados en 2020 hasta los 72,2 millones en 2021.
Esta última cifra representa la más elevada de toda la historia de Pharma Mar y ya representa el 31,4% de unos ingresos que el año pasado se elevaron hasta los 229,8 millones de euros. Pero esta cantidad, además de suponer casi un tercio de la facturación del grupo, llega casi a igualar a la cifra de negocio que cosechó en 2019.
Fue entonces cuando, tras sellar la venta de Xylazel y , sus dos últimos activos gallegos, por 21,8 y 33,4 millones de euros, respectivamente, la firma vio cómo su facturación menguaba hasta situarse en los 85,8 millones de euros. Pharma Mar efectuó estas desinversiones con el objetivo de de obtener caja para mantener su inversión en I+D con el foco en la lurbinectedina (Zepzelca).
La propia compañía reconocía antes de esta oleada de ventas que tenía «identificadas una serie de actividades, referidas a negocios no oncológicos que, si fuera necesario, podrían posponerse sin perjudicar la parte central del negocio, lo que le da la flexibilidad suficiente para adaptar las necesidades de inversión a los recursos disponibles de una forma ágil».
El ‘efecto Zepzelca’
Fue precisamente el Zepzelca el fármaco que ha permitido a la compañía dar un giro de 180 grados. De los 85,8 millones de euros facturados en 2019, el grupo ha logrado escalar hasta los 270 millones de facturación en 2020 y los 229,8 millones de euros de este 2021 en el que ha visto cómo los ingresos recurrentes se han disparado un 27%.
De estos casi 230 millones de euros a los que ascendió su cifra de negocio en 2021, alrededor de dos tercios (131,8 millones) han sido generados por Zepzelca. El fármaco ha aportado 38,6 millones de euros por la imputación en este año de parte de los 300 millones de dólares que Jazz Pharmaceuticals abonó por hacerse con su licencia para comercializarlo en Estados Unidos, así como por la posterior aprobación acelerada en el país norteamericano.
A esta cantidad se suman otros 38 millones de euros en forma de royalties (comisiones por ventas), 25 millones por el cumplimiento de objetivos comerciales. Completan el efecto Zepzelca los 30,2 millones percibidos al amparo del programa de autorización temporal de uso (ATU) en Europa, una fórmula bajo la cual puede comercializar el fármaco por prescripción médica en Europa pese a no estar autorizado todavía.
Los ensayos clínicos en marcha
Esta primacía de Zepzelca en la cuenta de resultados de Pharma Mar se traslada también al esfuerzo inversor. No en vano, de los 72,2 millones que Pharma Mar dedicó a I+D en 2021, un total de 61 millones se destinaron a su división de oncología, mientras que 9,5 millones fueron a parar a su área de RNAi, que se encuentra representada por su filial Sylentis. Los 1,6 millones restantes se dedicaron a la división de diagnóstico que Pharma Mar canaliza a través de su otra gran filial: Genómica.
La compañía tiene en la actualidad un total de seis ensayos clínicos en marcha. El más avanzado es el que Jazz Pharmaceuticals ha impulsado junto a la farmacéutica suiza Roche con el objetivo de convertir a Zepzelca en el tratamiento de primera elección contra el cáncer de pulmón microcítico. Para ello ambas firmas combinan la lurbinectedina con el antitumoral estrella de Roche: Tecentriq.
Este estudio se encuentra ya en fase III, una por encima del ensayo confirmatorio para Estados Unidos de la lurbinectedina como tratamiento de segunda línea contra el cáncer de pulmón microcítico, así como del uso de la lurbinectedina como fármaco de segunda línea contra el mesotelioma.
Completan su pipeline el estudio de fase I de la lurbinectedina en combinación con atezolizumab y los dos ensayos clínicos de fase I de su PM14 contra el sarcoma de tejidos blandos y los tumores sólidos.