El laberinto de Endesa en As Pontes: guerra de proyectos en el tiempo de descuento

La Xunta insiste en su plan de biocombustibles, que asegura podría estar a punto en seis meses, que es rechazado por Endesa y el Gobierno mientras los trabajadores piden certidumbres antes de que acabe el mes

Endesa planea una planta de hidrógeno verde en As Pontes que se nutrirá de seis parques eólicos asociados.EFE

Endesa planea una planta de hidrógeno verde en As Pontes que se nutrirá de seis parques eólicos asociados.EFE

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Distintos proyectos pero, todavía, pocas certezas con respecto al futuro de As Pontes. Endesa tenía previsto bajar la persiana de la térmica coruñesa el próximo 30 de junio. No obstante, al contrario de lo sucedido en otras plantas similares, las alegaciones presentadas hicieron que el Ministerio de Transición Ecológica optase por reconducir la tramitación de impacto ambiental por vía ordinaria y no simplificada, lo que dilata los inicios de los trabajos de demolición. Este balón de oxígeno temporal, sin embargo, genera incertidumbre en los trabajadores de la industria auxiliar, que tenían previsto iniciar las obras de desmantelamiento en noviembre. Los sindicatos alertan de esta situación. “Para nosotros, el tiempo real acaba el 30 de junio, y a partir de entonces estamos en la mayor de las indefensiones”, explicaban esta semana. Más allá de esa fecha, dicen, está en el aire el compromiso de mantenimiento de empleo en la industria auxiliar y la paralización de los traslados en la principal. Critican, además, que, a estas alturas, administración central y autonómica todavía estén discutiendo proyectos alternativos.

Ocurrió esta semana, en la reunión de la mesa industrial de As Pontes, que se celebró de manera telemática. La Xunta de Galicia insiste en su plan B para mantener activa la central y pone sobre la mesa un proyecto para reconvertir la térmica en una planta de biocombustibles. El proyecto, por el momento, parece no convencer ni al Gobierno ni a la empresa. Los sindicatos, en una nota de prensa enviada esta semana, cuestionan que el Ejecutivo gallego ponga sobre la mesa un plan, asegura, con el que no se compromete, pero que “pone deberes” al resto de partes.

80 empleos directos, 30 de transportistas

El proyecto presentado por la Xunta apuesta por mantener operativo uno de los cuatro grupos de la térmica alimentado con biocombustibles, eso sí, siempre que el Gobierno central ponga en marcha un régimen retributivo de 30 euros por megavatio la hora. Según ha podido saber este medio, la planta de biocombustibles que propone el Ejecutivo gallego podría asegurar 80 puestos de trabajo directos en la central y 30 vinculados al colectivo de los transportistas. Así se plantea en el proyecto presentado al ministerio.

Con una potencia de 185 megavatios, la planta podría funcionar unas 5.000 horas anuales. consumir 942.000 toneladas de biocombustibles al ejercicio y generar 942 gw/hora. Con un presupuesto estimado de 30 millones de euros, el Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo sostiene que sería posible ponerla a punto en un plazo de seis meses. Lista para comenzar a funcionar en 2022.

¿Podría asumirlo un tercero?

Aunque Endesa no ha hecho manifestaciones públicas al respecto, representantes de los trabajadores indicaron esta semana que la compañía habría dicho en la reunión telemática que el proyecto no le parecía realista. En primer lugar porque el Ministerio de Transición Ecológica no puede otorgar a la planta de biocombustibles las primas que demanda la Xunta.

En segundo porque, en reiteradas ocasiones, la energética ha argumentado que no es viable económica ni técnicamente transformar la central de As Pontes para sustituir el carbón por un mix constituido al 90% por biocombustibles y al 10% por gas natural. En la reunión, se habría llegado a poner sobre la mesa la posibilidad de que el proyecto industrial fuese asumido por un tercero.

Fondos europeos

Al margen de este último proyecto de la Xunta, lo que sí se sabe es que Endesa plantea, entre otros proyectos –y al margen del trabajo que generen las propias obras de desmantelamiento de la térmica, que puede durar hasta cuatro años– construir en As Pontes su mayor central de hidrógeno verde de España. Lo anunció a finales de enero. La factoría estará dotada de un electrolizador de 100 megavatios (MW). De la operación de la instalación se ocuparán un centenar de personas, a las que se sumarán otras treinta que se encargarán de gestionar los seis parques eólicos del entorno de la localidad que suministrarán la energía eléctrica precisa.

Sin embargo, para este proyecto, que requerirá en su conjunto una inversión de casi 740 millones de euros, Endesa necesitará tirar de los fondos europeos de reconstrucción y de concesiones eólicas.

“El proyecto, que afecta a una zona donde se vive el proceso de transición energética, es una iniciativa innovadora que carece de viabilidad comercial por el estado del mercado y de la tecnología. De ahí que Endesa precise el apoyo de fondos europeos para garantizar su viabilidad”, apuntó en su momento.

Proyectos concretos

Con estas cartas sobre la mesa, los sindicatos piden tanto a las administraciones públicas como a la empresa que garanticen una «verdadera transición justa» en donde se garantice el empleo durante todo el proceso administrativo que ahora se ve prolongado por las alegaciones presentadas al procedimiento ambiental.

«También exigimos dejarse de anuncios y concretar proyectos de futuro reales y que garanticen la continuidad del empleo», insisten.

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