El laberinto de Alcoa: la Justicia tumba el ERE de San Cibrao, pero la luz enfría las ofertas
Tanto la Xunta como la plantilla de Alcoa insisten en que el Gobierno debe abordar la compra de San Cibrao a través de la SEPI. De los interesados en la planta, si bien Trafigura sigue interesada, Sidenor afronta una parada en sus factorías por el elevado precio eléctrico
El Supremo ha confirmado la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que anuló el expediente de regulación de empleo (ERE) que Alcoa pretendía activar en la factoría de aluminio primario de San Cibrao y que afectaría a más de medio millar de personas. La desestimación del recurso de casación interpuesto por Alcoa Inespal aporta oxígeno a una plantilla en huelga, ya que aleja la sombra inmediata de los despidos pero, no obstante, no despeja el futuro de la planta que, cada vez más, parece pasar por un entendimiento entre la multinacional de Pittsburgh y el Gobierno central que, de momento, no llega.
Tras el anuncio del fallo del Supremo (las partes aún no conocen la sentencia en su totalidad) la ministra de Industria, Reyes Maroto, se apresuró a indicar que, en este escenario, Alcoa está obligada “a mover ficha”. La dirigente socialista opina que, tras la sentencia, a la aluminera no le queda otra que vender. “Nosotros seguimos con la mano tendida a la empresa para colaborar con la búsqueda de posibles inversores”, indicó mediante un comunicado. Sin embargo, uno de los problemas radica precisamente en los compradores.
La paradoja de San Cibrao
La planta de San Cibrao conjuga una paradoja. El aluminio marca en este momento máximos de más de 13 años con un precio que supera los 2.700 dólares la tonelada. Este hecho haría muy apetecible para los inversores el histórico activo de A Mariña. Pero la escalada de precio eléctrico ahoga los márgenes. En una reciente conferencia con analistas, miembros de la cúpula de Alcoa llegaron a indicar que los precios eléctricos de España estaban entre los más caros del mundo. “El precio de la energía en España, ya antes de que nos encontrásemos con esta crisis, ha superado con creces lo que están experimentando otras fundiciones mundiales”, indicó el CEO de la compañía, Roy Harvey, quien ha mantenido conversaciones directamente con la propia ministra de Industria.
Esta situación se habría convertido en una importante losa a la hora de rematar un proceso de compraventa. Hay numeros interesados, pero demandan garantías de una estabilidad eléctrica. A principios de año, Alcoa se abrió a iniciar un proceso de compraventa que debía pasar, necesariamente, por el aval de la SEPI, que adquiriría la planta para, inmediatamente, transferírsela a un tercero. Llegó a hablarse de seis potenciales interesados, que finalmente quedaron en cuatro. La siderúrgica vasca Sidenor, Trafigura, un importante operador mundial de minas y fundiciones y uno de los mayores comerciantes de metales del mundo, GFG Alliance, el conglomerado británico del magnate Sanjeev Gupta, y el fondo americano Atlas, que ya compró a Alcoa en el pasado las plantas españolas de Aludium en Amorebieta y Alicante. A pesar del interés, el proceso de venta embarrancó después de que el Gobierno rechazase triangular el proceso de venta, tal y como demandaba Alcoa.
Pasados los meses, el precio energético ha ido creciendo hasta el punto de que grandes consumidores electrointensivos, como es el caso de Sidenor, han comenzado a activar parones de producción debido a la factura de la luz. Está previsto que la próxima semana, el tren de laminación de la compañía en su planta de Vitoria deje de funcionar. Este mismo jueves, el presidente del grupo metalúrgico, José Antonio Jainaga –a la sazón, también presidente de la patronal de la industria electrointensiva, Aege– manifestó que, con las tarifas actuales, las empresas fabriles “no aguantarán más de seis meses”. El ejecutivo también cargó contra los precios de los derechos de emisión de C02, que habrían subido hasta los 65 euros por tonelada.
De Sidenor a Trafigura
La situación de parada de Sidenor hace aflorar las dudas sobre la posibilidad de que la compañía pueda asumir ahora la factoría de San Cibrao, uno de los mayores consumidores energéticos a nivel estatal.
Tampoco se encuentra en una situación fácil GFG Alliance, conglomerado británico que se vio muy impactado por la quiebra del grupo británico Greensill, uno de sus principales financiadores. Si bien su división de aluminio, Alvance, estaba poco expuesta y presentó oferta por Alcoa, poco se ha sabido de las intenciones del grupo industrial después de que el proceso de compraventa se disolviese.
No obstante, según fuentes conocedoras de la oferta, el gigante Trafigura mantendría a día de hoy “interés” por adquirir la factoría de San Cibrao.
Ofertas no vinculantes
Así, a pesar del avance que supone la desactivación total del ERE en los tribunales, hay todavía muy pocas certezas sobre el futuro de la planta de A Mariña lucense. Hay que tener en cuenta que las ofertas presentadas en su momento por Alcoa eran no vinculantes y que los ofertantes solicitaron una solución de estabilidad para los precios energéticos. Según pudo saber este medio, algunos también demandarían mayores compensaciones que las ofrecidas por los americanos, no solo a la compañía, sino al propio Gobierno.
En esta tesitura, muchos de los actores involucrados en el futuro de San Cibrao vuelven a reclamar con fuerza la intervención pública. «Ahora solo queda saber qué va a hacer el Gobierno. ¿De una vez por todas va a tomar cartas en el asunto y defender los derechos laborales de todos los trabajadores o va a seguir mirando para otro lado mientras Alcoa sigue actuando de mala fe un día tras otro? Alcoa tiene que salir de este país y la única forma que hay se llama SEPI«, manifiesta el presidente del comité de empresa de San Cibrao, José Antonio Zan.
El sindicato CIG reclamó también una movimiento de las administraciones públicas. «La vía judicial está agotada. Como ya hemos dicho más veces, este conflicto no se resulve en los juzgados, sino por la vía política. Los tribunales no pueden ser el parapeto detrás del que se escondan los gobiernos», apunta.
A vueltas con la SEPI
También el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, solicita al Gobierno y a la empresa que «se sienten» para materializar una operación de venta, «si es necesario» con la intervención de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales.
Alcoa remitió este jueves un comunicado en el que asegura que el fallo del Supremo no varía la situación de “inviabilidad” de la fábrica. “Este problema persiste y se ha agravado significativamente en los últimos meses, con una previsión de precio de energía en el cuarto trimestre de 2021 para la planta de aluminio por encima de los 170 €/MWh, lo que confirma aún más la inviabilidad de la planta en las circunstancias actuales”, asegura.
Así, y tras la sentencia del Supremo, los trabajadores han logrado un gran punto de partido, pero la solución al conflicto de Alcoa San Cibrao todavía no parece cercana.