El juez ve indicios de blanqueo y falsedad documental del presidente de Monbus
El Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo ordena continuar la investigación contra Raúl López y apunta a una posible “caja b” en una de las empresas del grupo Monbus y su socia Interrías
El Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo ha concluido la instrucción de la conocida como Operación Cóndor, una investigación que inició la sancionada jueza Pilar de Lara y que provocó la imputación del presidente de Monbus, Raúl López. El juez ha decretado que la causa siga contra el empresario y contra siete personas más, además de contra dos empresas, Transportes La Unión, del mismo grupo que Monbus, y Viajes Fisterra (Interrías)
El juez aprecia indicios de posibles delitos de falsedad contable, contra la hacienda pública y blanqueo de capitales. En su auto, ordena dar traslado al Ministerio Fiscal y, en su caso, a las acusaciones particulares personadas, para que soliciten la apertura de juicio oral, formulando escrito de acusación, el sobreseimiento de la causa o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias. Contra el auto cabe presentar recurso.
El pacto entre Monbus e Interrías
La resolución judicial considera como indiciariamente acreditado que en 2009, la persona que ejercía de administrador de Monbus –Raúl López– alcanzó un acuerdo con los que eran administradores de Viajes Fisterra (Interrías) -padre e hijo-, según el cual esa sociedad contrataría a una empresa vinculada al grupo, Transportes la Unión, como proveedor principal de las excursiones adicionales que ofrecía a sus clientes.
Los viajeros abonarían los pagos por esas excursiones a los guías turísticos que los acompañaban en efectivo, sin recibir tiques o facturas. El instructor relata en el auto que, una vez llevado a cabo el acuerdo, Interrías formó “una caja en b, absteniéndose ambas sociedades y sus gestores, de forma consciente y deliberada, de declarar parte sustancial de tales ingresos ante la Agencia Tributaria, ni por el Impuesto de Sociedades ni por el Impuesto sobre el Valor Añadido, como era obligado, así como de incluirlos en su contabilidad”.
La contabilidad ‘b’
El magistrado cree que hubo un acuerdo sobre los servicios a facturar y los que no, así como sus cuantías, lo que habría derivado en la emisión de facturas “no acordes con la realidad”. En la operativa, dice el auto, habrían colaborado algunos empleados.
El auto habla, concretamente, de “una contabilidad que, de forma consciente, no reflejaba parte de las operaciones comerciales, con constancia solo de una parte de los servicios efectivamente prestados y sus ingresos, omitiendo/simulando otros servicios y sus ingresos, los cuales Interrías abonó a Transportes la Unión en efectivo, pero cuya contabilización formal no se registraba”.
Más de un millón ocultado a Hacienda
Las cantidades presuntamente defraudadas por Transportes la Unión con respecto al IVA entre los años 2008 y 2014 no superan el umbral delictivo de los 120.000 euros, por lo que no hay indicios suficientes de delito fiscal. Sin embargo, sí que sucede con respecto al Impuesto de Sociedades, donde la cuota defraudada ascendería 1.177.787 euros, con excepción del caso del año 2014 que fue de 65.631 euros, por lo tanto, no supera el umbral delictivo de los 120.000 euros.
Respecto a Interrías, las cuotas defraudadas por el Impuesto de Sociedades por los años 2012 y 2013, que son las únicas que superan los 120.000 euros, sería de 328.484 euros.
Empleados y familiares en la trama
Según la investigación judicial, el yerno del presidente de Monbus era quien presuntamente gestionaba el dinero cobrado en efectivo y las entregas a Transportes la Unión.
El entonces director financiero de Monbus era quien ejercía “todo el control contable y gestión financiera de todos los ingresos, incluidos los irregulares, llevando así una doble contabilidad”.
Una trabajadora se encargaba del control de la facturación respecto de Interrías y de las sumas en metálico irregulares a abonar y que se abonaban.
El rastro del dinero
El magistrado destaca que, pese a los “importantes ingresos” del administrador de Monbus, “su patrimonio mobiliario e inmobiliario o el de sus familiares más directos no se corresponde a tales ingresos y el elevado nivel de vida del que disfrutaba junto con su familia”.
Resalta que traspasaron a una sociedad, Maysga, importantes cantidades de dinero cobradas en efectivo a Interrías, “adquiriendo un importante patrimonio mobiliario e inmobiliario, con un valor estimado en 2.384.809 euros, pese a carecer tal mercantil de una actividad real en el tráfico mercantil y de personal suficiente real para ello”.