El juez sitúa a Lidl en el origen de la caída de Isidro de la Cal
Un juzgado coruñés declara la extinción de los contratos de Isidro 1952 con 82 trabajadores y ve en el fin de los acuerdos con Lidl el inicio de la debacle
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña ha declarado la extinción de los contratos que trabajo que vinculaban a Isidro 1952, la antigua Isidro de la Cal, con 82 trabajadores de la compañía, inmersa en concurso de acreedores. Ahora, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), cada uno de estos trabajadores “será indemnizado con un máximo de 20 días por año trabajado y un máximo de doce mensualidades”. A finales de abril, la justicia ya determinó el despido de otros 120 trabajadores acogidos a un primer ERE de la compañía, que ahora se encamina a la liquidación tras fracasar su venta.
No obstante, en la sentencia, además de clarificarse la situación de estos trabajadores, la magistrada señala el origen de la caída de la pesquera coruñesa. Una caída que, como muchas veces habían deslizado los propios trabajadores, deriva de la finalización de contratos con los supermercados Lidl.
Caída encadenada de las ventas
Así, durante el año 2018, según el auto, las ventas de Isidro de la Cal se redujeron en un 12,37% respecto al ejercicio anterior. El retroceso continuó en 2018, cuando los ingresos volvieron a contraerse, en este caso, un 26% con respecto al año anterior. Además, y según señala la propia jueza, Lidl, principal cliente de la compañía, comunicó a finales de 2017 su intención de diversificar la red de proveedores.
«Ello supuso que en el año 2018 se redujesen los pedidos de esta empresa y tuviese lugar una bajada acusada de las ventas, que se ha hecho especialmente acusada a partir de mayo de 2019«, señala la jueza, quien subraya que el descenso del volumen de ventas y de la producción «obliga a ajustar los recursos humanos a las necesidades productivas«.