La jueza investiga a Plexus y a los dueños de MoonOff por revelación de secretos en un concurso de la Xunta
El Juzgado de Instrucción número 2 admite a trámite una querella contra Plexus y Sibucu, la empresa que controla MoonOff, por intentar copiar tecnología en un concurso de 15 millones para instalar pantallas en centros educativos gallegos
Una de las iniciativas más interesantes de Galicia en el área de educación es el denominado Proyecto Abalar, que pretende integrar las TIC en la práctica educativa. En el marco de este galardonado programa, la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) convocó un concurso en abril del año pasado para el suministro de pantallas interactivas en los colegios gallegos. La adjudicación a la tecnológica Plexus por 14,75 millones desembocó en una querella que se dirime en el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago. Y no por discrepancias en la valoración de la mesa de contratación, sino por el proceder de Plexus, que prescindió del fabricante de las pantallas con las que se presentó y ganó la licitación.
La jueza Margarita Guillén admitió a trámite la querella presentada por Linux Tecnology en un auto del pasado 31 de marzo y abrió diligencias por un posible delito de «descubrimiento de secretos» contra la empresa adjudicataria y contra Sibucu 360, que si bien es más conocida por la venta de mascarillas a distintas administraciones durante los momentos críticos de la pandemia, es también la empresa que controla MoonOff, una de las sociedades impulsadas por el fundador de la desaparecida Blusens, José Ramón García.
Copiar la tecnología ganadora
La denunciante acusa a Plexus de reemplazarla por Sibucu 360 e intentar replicar las pantallas Synetech con las que ganó el concurso. Para ello, habría enviando las características técnicas del producto a distintos fabricantes y, en consecuencia, habría difundido información confidencial de Linux-Synetech. Eso es lo que sostiene la querella y lo que trata de dilucidar la jueza instructora.
El asunto es peliagudo no solo por la disputa entre las empresas, sino también porque, de corroborarse el relato de la denunciante, pone en duda la capacidad de Plexus y Sibucu para suministrar la tecnología que ganó el concurso y, en consecuencia, la llegada a las aulas para el próximo curso de los denominados kits digitales del Proyecto Abalar, esto es, las pantallas interactivas.
Cuando trascendió la denuncia, ahora ya admitida a trámite, Plexus emitió un comunicado en el que admitía su relación con Linux Tecnology para la preparación del concurso, pero aseguraba que prescindió de la empresa con sede en Fuenlabrada por «su falta de solvencia y garantías» para la dimensión del encargo, según recogió AGN. Negaba, sin embargo, que existiera un compromiso contractual para suministrar a la Xunta la pantalla Synetech, calificaba la querella de «venganza» y alegaba que no había un acuerdo cerrado con Sibucu.
¿Sibucu, solo un intermediario?
La querella describe dos elementos claves en el conflicto. Por un lado, el papel de Linux Tecnology en la parte técnica del concurso, defendiendo y entregando como muestra vinculante a los técnicos de Amtega la Pantalla Synetech L75SY. Por otro, la ruptura con Plexus una vez resuelta la licitación, en la que la empresa resultó adjudicataria con la puntuación técnica más alta de los concurrentes, es decir, la que valoraba la calidad y adecuación de la tecnología presentada.
Posteriormente, desde diciembre del año pasado, entra en escena Sibucu para intentar replicar la pantalla Synetech valiéndose de la información confidencial proporcionada por Plexus y acudiendo a la misma fábrica china donde Linux Tecnology ensambló su aparato, siempre según el relato de la denunciante.
Sibucu tiene tres socios que se reparten el capital a partes iguales a través de sociedades cartera: Diego Mata Tojo, José Ángel Juncal y Francisco José Dosil. Son también los tres socios que controlan la empresa de iluminación MoonOff, que fue impulsada por el fundador de Blusens, José Ramón García. De hecho, García ejerció como presidente y apoderado de MoonOff hasta meses antes de su inhabilitación debido a una condena por fraude fiscal en el IVA.
El dilema de Amtega
En el concurso para el Proyecto Abalar todo avanza, pero en direcciones distintas: avanza la querella, avanza Plexus en su propósito de cumplir el contrato y avanza el tiempo hacia el inicio de curso, cuando todo hace pensar que la Xunta debería tener las pantallas interactivas disponibles. De hecho, Econocom, empresa adjudicataria de la instalación, está a la espera de las órdenes de la Xunta.
Plexus no podrá presentar la pantalla Synetech con la que se presentó al concurso debido al conflicto entre ambas empresas. Podría pedir un cambio a la Amtega por un equipo electrónico de igual o mayor calidad, pero necesita que esté avalado técnicamente. La agencia adscrita directamente a la Presidencia de la Xunta tendría que hacer, en ese caso, un informe justificativo del cambio.
Este medio consultó a Amtega sobre si había realizado algún pedido de pantallas a Plexus y sobre si la adjudicataria había solicitado algún cambio en el equipo a suministrar, pero no pudo responder de manera inmediata. La licitación es un acuerdo marco para unas 5.000 pantallas, lo que conlleva que Amtega tiene que desarrollarlo a través de contratos de compra en función de sus necesidades.