El jefe mundial de Alcoa avala la venta a la SEPI “con un acuerdo razonable”
El presidente de la multinacional dice que mantendrán la vía judicial abierta en Lugo pero que la solución más rápida es la venta al Estado “con un acuerdo aceptable”
La venta de la planta de San Cibrao a la Sepi entra de lleno en la agenda de Alcoa, tanto en Lugo, donde los trabajadores han ratificado el acuerdo para suspender la huelga, como en Pittsburgh. El presidente y primer ejecutivo de la multinacional, Roy Harvey, buen conocedor de la factoría de A Mariña, habló sobre el futuro de las instalaciones en el encuentro con analistas tras la presentación de los resultados del cuarto trimestre, en el que fue capaz de reducir sus números rojos de los 49 millones de dólares del año anterior a solamente 4 millones.
“Hay dos rutas diferentes, por lo que el tiempo dirá hacia dónde vamos en función de cómo avancen cada una de ellas. Por un lado, el proceso legal, pues hemos presentado un recurso contra la sentencia negativa que recibimos y que podría tardar bastante tiempo en resolverse”, explicó el directivo, que no aparca el proceso judicial contra la resolución que impidió los despidos en Lugo a pesar del acuerdo con los trabajadores.
“Sin embargo, al mismo tiempo, estamos en conversaciones con el comité de empresa para poner fin a la huelga e intentar que una empresa estatal tome posesión de la planta, si realmente España quiere seguir produciendo aluminio. No es instantáneo, pero podría ser más rápido (que la vía legal)”, remachó.
Los trabajadores ratifican el acuerdo
Hizo estas declaraciones el miércoles, una vez que la planta de San Cibrao quedó marcada en el mapa global de Alcoa como uno de los centros fallidos en los objetivos de reducción de capacidad y de costes de personal que ha puesto en marcha la compañía, que a pesar de todo logró un alto grado de cumplimiento, con un ahorro de 111 millones de dólares de capital de trabajo y 73 millones en costes de producción.
Entonces todavía no se conocía la decisión definitiva de la plantilla de San Cibrao, que este viernes ha ratificado el acuerdo para suspender la huelga con un 87,2% de votos favorables. La huelga bloqueó más de 50.000 toneladas de producto de la fábrica lucense en el cuarto trimestre del ejercicio de Alcoa. Una vez ratificado el acuerdo, la compañía tiene luz verde para reemprender las negociaciones con la SEPI para traspasar la planta al Estado.
“Se necesita tiempo para determinar qué es un acuerdo aceptable, pero es algo con lo que, obviamente, estamos considerando comprometernos a medida que avanzan las conversaciones con el comité”, insistió Harvey.