El imperio oculto de los dueños de Vulcano: 13 millones en Canarias
La familia Santodomingo, que controlaba Vulcano hasta su liquidación judicial, atesora una fortuna en dos navieras bajo el registro especial canario
Factorías Vulcano sigue sin encontrar la salida de su laberinto. El astillero vigués, que se vio abocado a la liquidación ante la losa de una deuda superior a los 60 millones de euros, no ha recibido todavía ninguna oferta formal por sus instalaciones. Las reticencias del Puerto de Vigo a mantener y ampliar la concesión y el recurso presentado ante la Audiencia Provincial por el plan de liquidación complican el traspaso del centenario astillero hasta ahora propiedad de la familia Santodomingo, que, sin embargo, compensa la pérdida de esta empresa con sus negocios millonarios radicados en las Islas Canarias.
Los hermanos José Carlos, Juan José y Gonzalo Santodomingo Azpeitia controlan un total de cuatro sociedades. Además de Astilleros La Mecánica, con un agujero patrimonial superior al millón de euros por su participación del 91% en la quebrada Vulcano, de la familia cuelgan otras tres sociedades. Se trata de Santodomingo e Hijos, Hijos de Fernando Santodomingo y Santaz. Entre las cuatro suman un total de 12,45 millones de euros en activos.
Las armadoras de los Santodomingo
La liquidación asesta un golpe a la mayor firma del grupo familiar: Astilleros La Mecánica (con sede en Las Palmas de Gran Canaria) que contaba con unos activos valorados en 4,3 millones de euros. La práctica totalidad se corresponden al astillero vigués, cuya plantilla decidió encerrarse ayer en las dependencias de la Autoridad Portuaria de Vigo para exigir una reunión con su presidente, Enrique López Veiga, con el objetivo de negociar una ampliación en la concesión y allanar la venta de las instalaciones, por las que se pueden presentar ofertas hasta el día 25 de enero.
Domiciliada en Vigo está la más pequeña de estas sociedades. Se trata de Hijos de Fernando Santodomingo, dedicada al comercio al por mayor de pescados y mariscos, que cuenta con apenas 304.000 euros en activos. Esta firma es la única que se sale del perímetro canario, ya que las otras dos grandes empresas de la familia, las armadoras Santaz y Santodomingo e Hijos, se encuentran radicadas en Las Palmas y cuentan con unos activos valorados en 4,16 y 3,68 millones de euros.
El refugio canario
Estas últimas sociedades se ubican en una comunidad autónoma que cuenta con un registro especial de buques y empresas navieras. La medida fue implantada en el año 1993 para frenar el éxodo de buques españoles hacia las llamadas “banderas de conveniencia” en busca de tratamientos fiscales más ventajosos.
En concreto, el registro especial de buques y empresas navieras de Canarias ofrece un 50% de deducción en la base imponible del IRPF de los tripulantes, un 90% de bonificación en el impuesto de sociedades o en las cuotas patronales a la seguridad social y, además, la exención del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentado, lo que ha provocado que, desde su implantación hayan sido cerca de 300 los buques que se han inscrito en este censo canario.