El hidrógeno gana peso como opción tras el cierre de As Pontes
Mientras que las pruebas de biocombustibles despiertan recelos, Endesa impulsa planes de hidrógeno verde en España. Algunos, a desarrollar en sus térmicas
Endesa dio a conocer la pasada semana la última revisión de su plan estratégico para el periodo 2021-2023 sin cambiar la fecha de caducidad de la central de As Pontes, algo que no ha sorprendido, pero que, no por ello, ha rebajado la tensión en Ferrolterra. La energética mantiene su previsión de cerrar el año próximo toda su actividad térmica en la Península, lo que incluirá la última central de esta naturaleza en Galicia tras el apagón en Meirama por parte de Naturgy. Con todo, desde la compañía insisten en su compromiso de replantearse el mantenimiento de la factoría si las pruebas alternativas con biocombustibles que se están desarrollando arrojan un resultado que no solo debe ser positivo, sino también competitivo.
Con estas cartas sobre la mesa, fuentes consultadas por este medio señalan el hidrógeno verde como una opción más que plausible por la que apostaría Endesa de materializarse el cierre de la actividad térmica. ¿Por qué? En primer lugar, porque es Europa quien está potenciando el hidrógeno verde como una energía de futuro primando proyectos de este tipo que podrán acogerse a los planes de reconstrucción (la creación de una planta está dentro, de hecho, de los proyectos tractores destacados por la Xunta de Galicia como eventuales receptores de ayudas comunitarias). El hidrógeno es también una apuesta del Gobierno central. Hace poco más de una semana, en un foro organizado por el Ministerio de Transición Ecológica que contó con la presencia de los directivos de las principales compañías energéticas del país, el presidente Sánchez indicó que el hidrógeno verde podría movilizar hasta 8.900 millones de euros en España hasta 2030.
Por otro lado, aunque hasta ahora nunca se ha referido directamente a As Pontes, el propio consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha explicado que el hidrógeno verde es una apuesta decidida de la compañía, que ya tiene en marcha 22 proyectos relacionados solo en las islas y trabaja para introducir la nueva energía también en procesos industriales.
Hidrógeno en sus térmicas cerradas
Otro dato más hace pensar en el hidrógeno como una apuesta para Ferrolterra y es que el gigante eléctrico está impulsando soluciones de este tipo en otras de sus térmicas próximas a desaparecer: la de Andorra, en Teruel, y la de Compostilla, en León. Bogas anunció, precisamente en el foro sobre el hidrógeno antes mencionado, que Endesa baraja la producción de hidrógeno verde en Andorra, que vendería a la industria de Tarragona después de transportarlo por la vía ferroviaria por la que hasta hace año y medio recibían carbón de importación.
También se estudia un proyecto de hidrógeno en León. En Compostilla, Endesa tiene en marcha, como en el resto de factorías que va a desmantelar, el plan Futur-e, para buscar proyectos alternativos que palíen los efectos del cierre de la central. A finales de octubre, el comité de evaluación del concurso de iniciativas otorgó su respaldo unánime a cinco proyectos, uno de los cuales pasa por una planta de hidrogeno verde en la que Endesa participará como socio industrial y que buscará el respaldo europeo.
Resultado de las pruebas, en diciembre
Por el momento, y a preguntas de este medio, Endesa no da respuesta acerca de si el hidrógeno verde se contempla o no como alternativa en Galicia. Hay que tener en cuenta que la compañía se comprometió con el Gobierno, la Xunta y el propio ayuntamiento de As Pontes a analizar si la planta podría continuar siendo viable con biocombustibles procedentes de lodos mezclados con carbón. Las pruebas técnicas están ya cercanas a finalizar, según indican fuentes de la compañía, y se espera que el análisis de los resultados este listo antes de acabar el año.
Hasta ahora, Endesa nunca se ha mostrado ni a favor ni en contra de las pruebas alternativas de biocombustibles, remitiéndose siempre al resultado que aporten. No obstante, otras fuentes empresariales consultadas por ED Galicia manifiestan cierto recelo. No porque el biocombustible no pueda generar energía, sino por los costes que conllevaría, ya que las emisiones de gases sufrirían de la penalización de Europa.
Este mes, el comité de empresa de la térmica denunció que la compañía ya ha asignado nuevo destino a 53 operarios de este centro de trabajo –Endesa se comprometió a no despedir plantilla, aunque esto puede derivar en recolocaciones en otras ubicaciones– cuanto todavía no se conoce la «viabilidad técnica y económica» de las pruebas de biocombustibles.
La eólica y el hidrógeno
A finales del año pasado, cuando Endesa anunció su intención de poner fin a la vida de la térmica de As Pontes (posteriormente acordaría realizar las pruebas con biocombustibles) también reveló su plan alternativo para la comunidad que, principalmente, se sostenía sobre el viento. La compañía, participada por la italiana Enel, indicó que su intención era la de “sustituir en la comunidad gallega los 1.468 megavatios térmicos que genera la central por 1.505 MW renovables” entre el período 2020-2026. En la última actualización de su plan estratégico, Endesa indica que prevé incrementar en un 50% su capacidad renovable para en 2023 alcanzar los 11,5 gigavatios (GW) frente a los 7,7 GW con que estima cerrar 2020.
Precisamente, para desarrollar hidrógeno verde, es necesario una fuente renovable, por lo que la apuesta por la eólica no es, ni mucho menos, incompatible con el desarrollo de proyectos de esta naturaleza. La misma Liberty, la compañía que apuesta por hacerse con la fábrica de Alcoa en San Cibrao y rebajar su factura eléctrica con hidrógeno verde, ha indicado que promoverá en España 1,2 GW de energía solar y eólica para abastecer a la industria electrointensiva. Para que sea verde, es decir, no genere emisiones de CO2 a la atmófera, el hidrógeno producido mediante electrolisis deber partir de fuentes de energía renovable.
De Naturgy a Reganosa
De, finalmente, apostar Endesa por el desarrollo de un proyecto de hidrógeno verde en Galicia, no sería ya la primera compañía en subirse a ese carro. De forma pública, la primera en manifestarse ha sido Naturgy. El presidente de la compañía, Francisco Reynés, adelantó recientemente que se ha puesto en marcha un proyecto piloto en Meirama.
Por otro lado, aunque Reganosa no lo ha manifestado públicamente, fuentes empresariales también aseguran que la compañía gasera tiene en marcha un proyecto que estaría recogido en la propia Hoja de Hidrógeno Verde del Ministerio de Transición Ecológica. Sin dar nombres, aludiendo a motivos de confidencialidad, el área de Teresa Ribera destaca un proyecto de hidrógeno verde planteado en la provincia de A Coruña y cuyo objetivo es “crear un hub escalable de producción y transporte de hidrógeno renovable en la región descarbonizando los principales usos del hidrógeno en la industria y favoreciendo su penetración en la movilidad”.
¿Proyectos compartidos?
Los proyectos de hidrógeno verde están también generando alianzas. Por poner un ejemplo, Naturgy y Enagás trabajan de la mano en el proyecto para levantar una planta de hidrógeno verde en La Robla (León) cuyo destino será el norte de Europa.
Endesa llegó a estar años atrás en el capital de Reganosa, que cuenta con la Xunta de Galicia como segunda gran accionista.