El golpe a la planta de Pontevedra echa por tierra la recuperación de Ence

La pastera acumula unas pérdidas de 192 millones hasta septiembre, pero habría generado beneficios sin las provisiones por la anulación de la prórroga de su fábrica de Pontevedra gracias al incremento de precios de la celulosa

Imagen de archivo del presidente y consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares (c) acompañado del exdelegado de la Xunta Jose Manuel Cores (i) y el director de la factoría Antonio Casal, durante la firma de un pacto ambiental entre la empresa y la Xunta de Galicia / EFE (Salvador Sas)

Imagen de archivo del presidente y consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares (c) acompañado del exdelegado de la Xunta Jose Manuel Cores (i) y el director de la factoría Antonio Casal, durante la firma de un pacto ambiental entre la empresa y la Xunta de Galicia / EFE (Salvador Sas)

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Ence va mal aunque la celulosa va bien. El crecimiento de los precios le ha permitido disparar los ingresos en su principal áreas de negocio, compensando la inflación de las materias primas. Sin embargo, eso no basta para amortiguar el golpe judicial a su continuidad en la ría de Pontevedra. Las provisiones anotadas por la compañía, 196 millones entre el deterioro del activo y el coste de desmantelamiento, empujan su resultado a los números rojos, que ascienden a 192,4 millones hasta septiembre.

“Excluyendo el impacto de las sentencias, el negocio de celulosa hubiese vuelto a los beneficios con un resultado neto de 7,8 millones en el tercer trimestre y de 10,6 millones en los nueve primeros meses del año, frente a un resultado negativo de 16,8 millones y de 41,2 millones en los mismos periodos de 2020”, dice la compañía.

De hecho, en el tercer trimestre de su ejercicio logró beneficios de 2,2 millones de euros frente a los números rojos del mismo periodo del año anterior. Entonces, la pastera lidiaba con un desplome histórico de los precios de la celulosa, mientras que ahora rema a favor de su recuperación. El precio medio de venta en el tercer trimestre fue de 613,3 euros por tonelada, frente a los 383 de 2020. En consecuencia, los ingresos se dispararon un 75% en el área de celulosa durante el trimestre. En el conjunto del año el crecimiento de esta área de negocio es del 27%, hasta los 390 millones de euros.

El área de energía, de capa caída

Los ingresos del negocio de energía renovable, las plantas fotovoltaicas y de biomasa de Ence, se redujeron un 40% interanual en el tercer trimestre, hasta los 32,8 millones; y un 21,1% interanual en los nueve primeros meses del año, hasta los 118,8 millones.

A pesar de la crisis energética y la subida del pool, la pastera redujo su precio medio de venta un 31,2% en el trimestre “como consecuencia del efecto de las ventas contratadas a precio fijo, unido al de los límites fijados por el regulador (collar regulatorio)”. “En los nueve primeros meses el precio medio se moderó un 9,7%”, añade la compañía.

Ence cuenta con una cartera de 513 MW de proyectos de biomasa y fotovoltaicos, con acceso a red y localizaciones aseguradas, y cuya tramitación administrativa está en curso y espera completarla progresivamente durante los próximos trimestres.

En cuanto a su cartera fotovoltaica, la compañía ha iniciado un proceso de evaluación de ofertas para vender 373 MW de activos fotovoltaicos con el objetivo de continuar creciendo en energías renovables, aunque todavía se encuentra en una fase preliminar.

Además, la compañía cuenta con tres plantas de biomasa con una capacidad de 140 MW y espera acudir a las próximas subastas de renovables.

Economía Digital Galicia

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