El Gobierno, sin ‘plan b’ para Alcoa si naufraga la venta a Liberty

Dos cosas han cambiado en San Cibrao desde el juicio que tumbó el ERE para 524 trabajadores: Alcoa está abierta a negociar la venta de la última planta de aluminio primario de España e incluso ha enviado una propuesta de las condiciones al Gobierno; y Liberty atraviesa una crisis financiera de imprevisible desenlace por la quiebra de la principal financiadora del grupo, Greensill. El contexto cambia, la incertidumbre permanece.

La salud de la compañía de Sanjeev Gupta es clave para cerrar la operación, pues a día de hoy no hay ningún otro candidato para ponerse al frente de la factoría, aseguran fuentes de las negociaciones. Grupos como Alibérico, de Clemente Soler, mostraron su interés en el pasado por las tres plantas de Alcoa –Avilés, A Coruña y Lugo–, pero su nombre no está por el momento sobre la mesa. Liberty, que asegura seguir interesado en quedarse con San Cibrao, es el candidato favorito de los trabajadores y también el único.  

El Gobierno pide garantías a Gupta

Los tres actores, el Ministerio de Industria, la multinacional norteamericana y Liberty, han mantenido conversaciones para cuadrar la carambola, pero la quiebra de Greensill, con los problemas de liquidez derivados para el grupo británico, amenazan con echarla por tierra. GFG Alliance, que así se llama el conglomerado del empresario de origen indio, debe unos 5.000 millones a la financiera londinense.

Ante esta situación, el Gobierno ha pedido garantías de solvencia a Liberty. Pretende obtener argumentos para traspasar la fábrica lucense a una compañía que podría necesitar de un rescate si no logra encontrar fuentes alternativas de financiación. En la retina está la venta de las plantas de A Coruña y Avilés a Parter, que acabó con una reventa a Grupo Industrial Riesgo y una operación judicial con la detención de cuatro de los directivos del nuevo dueño.

La investigación de la Audiencia Nacional no solo complica los planes del Ejecutivo para incluir en la operación a las plantas en manos de Alu Ibérica, sino que también exige tener especial cuidado con la venta, pues Alcoa exige indemnidad sobre procesos judiciales o reclamaciones futuras para acceder al traspaso.

Liberty mantiene su interés a pesar de la crisis

Liberty, por su parte, asegura que mantiene su interés por hacerse con la factoría. Entiende que la búsqueda de nuevas fuentes de financiación, tarea para la que Gupta cuenta con el asesoramiento de PJT Partners y Alvare&Marsal, no es incompatible con su desembarco en San Cibrao. Añade que su actividad “se desarrolla con normalidad, generando sólidas ventas y flujos de caja”. “Nuestro programa de eficiencia operativa ha mejorado la rentabilidad y estamos avanzando en nuestras conversaciones con instituciones financieras para diversificar nuestras fuentes de financiación”, añaden fuentes de GFG Alliance.

Boris Johnson asegura que protegerá los empleos

Este miércoles, el primer ministro británico, Boris Johnson, prometió proteger los empleos vinculados a la industria del acero en Reino Unido. Su equipo lleva tiempo en conversaciones con la compañía de Gupta y elaborando un plan de contingencia en caso de que fuera necesario intervenir en Liberty Steel. Johnson apuntó que las grandes inversiones en infraestructuras que planea su Gobierno contribuirán a favorecer a las empresas de ese sector. “Comparto la ansiedad de las familias y trabajadores del acero de Liberty Steel”, señaló. «Haremos todo lo posible para asegurar la continuidad del empleo en la producción de acero británico», añadió.

Además de las finanzas de Liberty, el otro factor que ahoga la negociación es la fecha pactada entre el comité de empresa y Alcoa, que fijó como límite de las negociaciones con la SEPI el 30 de abril. En consecuencia, el grupo británico debería conseguir las garantías que reclama el Gobierno en poco más de un mes.